Durante 2020, los lectores de El Estornudo también pudieron asomarse a las realidades de Cuba y otras partes del mundo a través de nuestra sección de «galerías», una ventana fotográfica abierta cada semana por autores de la isla (de adentro y de afuera) y, también, por artistas de países como España, Argentina, Venezuela o Colombia.
Entre los sucesos centrales en el relato cubano del 2020 se encuentran, sin dudas, la huelga llevada a cabo por activistas disidentes en la sede del Movimiento San Isidro, en La Habana Vieja, y la movilización del 27N ante el Ministerio de Cultura.
Ariane Barret. Fuerza San Isidro (Barcelona). Rainy Silvestre. San Isidro en Miami. Arien Chang. San Isidro en Nueva York. Manifestantes ante el Ministerio de Cultura en La Habana. 27 de noviembre de 2020 / Foto; Evelyn Sosa
Evelyn Sosa captó para El Estornudo la inusitada protesta de centenares de jóvenes artistas e intelectuales a las puertas del MINCULT.
Mientras, otros lentes fotografiaban en Barcelona, Nueva York, Miami o Ciudad de México las reacciones de la diáspora cubana durante e inmediatamente después de los eventos de noviembre pasado.
El coronavirus fue, sin embargo, la marca de agua de un año corrompido por la enfermedad y la muerte, que recorrieron juntas el globo de este a oeste confinando y enmascarando a buena parte de la población mundial. El miedo hizo que en primavera una urbe como Nueva York luciera así.

A partir de marzo, las visiones pandémicas en Cuba incluyeron la decretada soledad de la Avenida 23, el encierro familiar, la siesta solitaria de los sitiados, las largas colas para conseguir el sustento diario, una Centro Habana viral, la faena inmutable, bajo el mismo sol rotundo, de un hombre que ahora, extrañamente, ocultaba su rostro entre las pocas reses…
El Estornudo. Paisaje del coronavirus (La Habana). Jans Sosa. Postales de una ciudad sitiada. Yoe Suárez. Cuarentena imposible. Ccoronavirus en Cuba / Foto: Manuel Almenares Didier Cruz. La Esperanza. El Estornudo. Paisaje del coronavirus (La Habana).
Pero justo a inicios de 2020 las cosas tampoco marchaban demasiado bien en la capital cubana. Esta es la humilde ofrenda popular tras la muerte de tres niñas en otro derrumbe —para nada accidental— ocurrido en La Habana Vieja.

A mediados de año, varios artistas e intelectuales cubanos decidieron solidarizarse explícitamente con las decenas de presos políticos que, según organizaciones de derechos humanos, hay actualmente en la isla (aunque el gobierno no los reconoce como tales).
Y, por supuesto, esos jóvenes no encontraron una forma más provocativa y al mismo tiempo comprometida para maximizar la denuncia que alternar sus cuerpos desnudos con imágenes de los opositores y activistas encarcelados.
Katherine Bisquet Julio Llópiz / Foto: Leandro Feal
El Estornudo también mostró fotográficamente algunos de los grandes acontecimientos políticos y sociales de Latinoamérica y Estados Unidos a lo largo de 2020.
Lázaro Roilán. Santiago de Chile / 25 de octubre de 2020. Tapachula, frontera sur de México / Foto: Stefano Morrone Arien Chang. Protestas en Nueva York. Arien Chang. Desajuste de noviembre en Nueva York.
Destacan los triunfos populares del plebiscito constitucional en Chile y la legalización del aborto en Argentina, el encallamiento en medio de la pandemia de tantísimos migrantes en la frontera sur de México, las multitudinarias protestas raciales en decenas de ciudades norteamericanas y la ebullición en Nueva York tras el resultado electoral de noviembre.

Ciudadanos de Hanoi, Viet Nam; menonitas de Quintana Roo, México; judíos de Nueva York… y tantos soñadores y tantos desconectados en esa «América» rabiosamente urbana…; los hermosos cars olvidados en parajes desérticos de Nuevo México; la escenografía íntima de un tío muerto, un exiliado de la isla de Cuba y de tantas otras cosas.
Tantos modos de Cuba como artistas fotografiándola: ensayando y narrando sus luces y sus sombras, sus turbias profundidades, sus superficies aletargadas y sus ángulos dramáticos, sus colores, sus escorzos y sus horizontes, sus ritmos, sus silencios, sus signos… Y sus gentes.
Leysis Quesada. Mi gente. Ossain Raggi. Historia de dos hermanas. Anyelo Troya. Panoramas de La Habana.
Es el reflejo consecutivo y simultáneo de estas y muchas otras imágenes, vigorosas, locuaces, bellas, explosivas o inquietantes; es la contemplación de la virtud y del caos humano (cubano); es la revelación de los matices y de la fuerza total; es la concurrencia y la pugna de lo político y lo trascendente… Eso lo que quizá coloca esta revista ya a la altura del sapo común que describió magistralmente el granjero Orwell.
A la vuelta de casi un lustro, con suerte, vamos teniendo —eso esperamos— una retina, facetada, luminosa e infusible, de crisoberilo.
(Fotografías autorizadas por los respectivos titulares de sus derechos).