Los sucesos de estos días en la casa de Damas 955, en el barrio de San Isidro de La Habana Vieja, han concitado la solidaridad de muchos cubanos —y también personas de otras nacionalidades— asentados en diferentes puntos de una diáspora cada vez más amplia y vibrante.
Reunimos aquí algunos testimonios de apoyo a los huelguistas de San Isidro, quienes desde hace más de una semana ponen el cuerpo y la salud para exigir la liberación del rapero contestatario —y miembro del Movimiento San Isidro (MSI)— Denis Solís, condenado este noviembre en juicio express por supuesto «desacato» contra un oficial de policía que antes había ingresado en su vivienda sin autorización ni orden judicial alguna.
Más allá de ideologías y posturas políticas específicas, la huelga de hambre y sed sostenida durante alrededor de una semana por el artista Luis Manuel Otero y el rapero Maykel Osorbo, y la huelga de hambre que aún sostienen ellos mismos y otros compañeros suyos, sitiados por la policía política en la sede del MSI, ha sido leída a través de medios independientes y redes sociales, dentro y fuera de la isla, como un potente gesto contra la censura y la represión sistemáticamente ejercidas por un Estado autoritario que no permite la libre realización como tales de sus ciudadanos.
El fotógrafo Arien Chang muestra acá ☝️, primero, los rápidos preparativos y, a continuación, la demostración de un grupo de jóvenes cubanos en las calles de Nueva York.
En Barcelona, la solidaridad este miércoles tuvo dos divisas: «Cultura y Libertad» y, sobre todo, «¡Fuerza! San Isidro».
Artistas e intelectuales en el exilio colgaron en los muros de la ciudad condal afiches en pos de la libertad inmediata de Denis Solís y del fin de la represión de disidentes y activistas en Cuba.
Por supuesto, también en Miami —principal enclave de la emigración cubana en el mundo— hubo manifestaciones de apoyo a la causa de San Isidro: «Los queremos vivos»; «Free Denis»; «Cuba Libre»; «Save Cuban Artists…»
Esta fotografía enviada a El Estornudo por el Chino Novo da testimonio de la —sin dudas vigilada— reunión de varios jóvenes para leer poesía en el espacio público y enviar así un mensaje de respaldo al reclamo de derechos y libertades emitido desde la casa de Damas 955. 👇

Pese a la vigilancia rigurosa y la espada de Damocles que constituye la represión —y que en la isla suele hacer del civismo un acto casi extremo de valentía—, las iniciativas en La Habana se extendieron hasta la noche de este miércoles con una vigilia poética junto a la bahía y la Iglesia de Paula.
Por último, presentamos algunas imágenes de los huelguistas y de quienes los acompañan en esa travesía en el interior de la sede del MSI. Las fotografías son de la poeta Katherine Bisquet, también en huelga de hambre desde hace varios días.
(Fotografías autorizadas por sus autores).