Nuestra editora de fotografía ha seleccionado alrededor de 30 instantáneas entre cientos publicadas a lo largo de este año en la sección Galería de El Estornudo. Nos complace haber continuado brindando espacio a la fotografía (artística o reporteril, íntima o callejera…) hecha, especialmente, por jóvenes o consagrados profesionales cubanos en la isla y en la diáspora.
«El silencio de San Juan de Letrán» (Irina Pino): «Recuerdo cuando Pepe y yo veníamos en los años ochenta a San Juan de Letrán, en El Vedado habanero. Ambos devastados. Raros eventos nos sustrajeron de lugares y nos pusieron en duda frente a personas que antes confiaron en nosotros».
«Para decir adiós, una pesadilla» (Evelyn Sosa Rojas): «El material vencido con que están hechas las fotos de Vas conmigo a todas partes adquiere ahora una nueva relevancia. Si bien es una serie hecha por amor, siempre fue una despedida. Adiós Cuba, adiós cordura. Necesito volver a meter los pies en el mar. Necesito cerrar los ojos otra vez».
«Completo Camagüey / The Whole City» (Armando Guerra): «Las fotos de Armando Guerra son membranas vegetales de una bebida típica en un vaso de cristal. Yo quisiera que Armando viviera en Miami para hablar de eso, de Camagüey en sus fotos, que no es lo mismo que hablar de Camagüey a secas, o de Camagüey en las películas de Gustavo Pérez. Camagüey es el mismo pero lo que ellos dicen no».
«Garatti en ruinas» (Edgar Ariel): «Esas ruinas iban a ser los edificios más bellos construidos en Cuba. Lo son, de alguna manera. El arquitecto Garatti construyó sus escuelas de ballet y de música como dos labios que tienen en el centro un río. El río Quibú. Pasé horas en medio del eco de esos pasillos. Pasé horas metido dentro de «el gusano», como le llaman a lo que se pudo construir de la Escuela de Música. Me metí en lugares insospechados. Imaginé todo aquello terminado. Imaginé violinistas dentro de aquellos cubículos, rasgueando las cuerdas».
«Anestesiados. Otras postales de La Habana»: «El autor intenta en su statement una empírica relación de «los factores» que sellan el destino de un homeless cubano, o bien del durmiente callejero más o menos ocasional: “demencia, alcohol, pobreza urbana, marginalización asociada a la migración interna, distorsión en cantidad y calidad de la relación trabajo-ingreso, actualización del modelo económico y social cubano y la falta de viviendas”».
«Mi manera de estar despierta» (Linda Esperanza Aragón): «Decidí narrar el Caribe, el lugar en el que nací y vivo. Su luz y cultura me cautivaron y me dediqué a la fotografía documental. Hoy soy lo que describió alguna vez Susan Sontag: “El fotógrafo es una versión armada del paseante solitario que explora, acecha, cruza el infierno urbano, el caminante voyerista que descubre en la ciudad un paisaje de extremos voluptuosos. Adepto a los regocijos de la observación…”».
«El lugar de Amelia» (Jorge Bonet): «Amelia es una niña feliz. Lo que más le gusta hacer es jugar. Ella dice que si pudiera jugaría todo el día; incluso la escuela es más atractiva gracias a que tiene buenos amigos, la mayoría del propio barrio, con quienes pasa casi todo el tiempo. Amelia sabe que la vida es dura. Ha visto más de lo que debería ver un niño de 12 años».
«Para habitar en tu casa» (Ingeborg Portales): «María era una guajira recia. Fue varón y lo nombró Jesús».
«La Rumba Cubana Series» (Juan Caballero): «el trabajo de registro emprendido por Caballero se ha centrado especialmente en la Rumba del Parque Central, verdadero foco de atracción, convocatoria rítmica ineludible en pleno corazón de la urbe neoyorquina».
«Los rappers» (Yerson Pedraza): «Esperaba hacer más fotos. Al siguiente día en la mañana nos montamos en el carro, rolleamos un buen blunt y fuimos a un lugar cercano que tenía grafitis de héroes mambises cubanos como Martí, Agramonte y Maceo».
«Tomadas el domingo» (Gustavo Pérez Fernández): «El denominador común sería ese impulso de mirar y revelar lo humano: cierta soledad inmanente —cierto blues existencial de fondo— que aflora en estos rostros animados lo mismo que en las ruinas de una vieja prisión».
«8M: La marcha sobre Buenos Aires por los derechos de la mujer y las sexodisidencias» (Ella Fernández): «Los feminismos coinciden: es imperativo acabar con el sistema patriarcal. ¡Las mujeres queremos ser libres!».
«Cuba juega en Miami» (Alejandro Taquechel): «Como era de esperar, el equipo Cuba —aun refaccionado con algunos atletas de Grandes Ligas y otros campeonatos internacionales de alto nivel— perdió ante Estados Unidos y su line up de bateadores prodigiosos en el primer partido semifinal del V Clásico Mundial de Béisbol. […] El marcador apabullante, 14-2, es solo un detalle anecdótico que alguien, acaso, todavía querrá suavizar con el paño caliente del jet lag (los caribeños viajaron desde Japón hace solo unos días)… Pero qué importa eso a estas alturas».
«Trump en Nueva York» (Thua Magalashvili): «Pionero en tantas otras dudosas cuestiones, Trump se ha convertido ahora en el primer expresidente estadounidense en ser acusado ante la justicia. En rigor, se trata de 34 cargos criminales».
«Libaciones» (Laura Capote Mercadal): «En este proyecto la autorrepresentación dentro de estos espacios se da a partir de los deslizamientos del yo por escenarios casi siempre deshabitados, lo que no solo adquiere el significado de un ritual, sino también el de una peregrinación que se articula como bitácora del recuerdo».
«Fuego en los Everglades» (Alejandro Taquechel): «Varios factores contribuyen a la ocurrencia y la intensidad de los incendios forestales en los Everglades. El clima subtropical de la región, caracterizado por temporadas secas y calurosas, proporciona condiciones ideales para que los mismos se inicien y se propaguen. Asimismo, los rayos de tormenta y la actividad humana pueden actuar como fuentes de ignición».
«Smoked Brooklyn» (Evelyn Sosa Rojas): «Hay, eso sí, una veta nostálgica, decadente, ya clásica —y, como sabemos, abrumadoramente involuntaria— en estas imágenes. Si no fuera por esos autos demasiado modernos y por cierta parafernalia publicitaria en las fachadas, alguien quizá pudiera alzar la vista hacia la cámara y nosotros entonces reconoceríamos, por un segundo, al valeroso agente policial Frank Serpico con su atribulado rostro de Al Pacino».
«Last Visit to Cuba» (Klaus Galiano): «En efecto, el tiempo parece reverberar al ralentí en estas fotos de La Habana. Algo opera invisible allá afuera, cuajando la realidad».
«Masones en Cuba» (Luis Quintanal): «Quintanal —quien no solo retrata a los propios masones, sino también espacios consagrados al rito y el encuentro fraternal en logias cubanas emblemáticas— señala que a partir de los años ochenta se experimentó cierto repunte de la institución».
«En Baracoa» (Sergio de los Reyes): «Y, sin embargo, hay mucho que intuimos esencial en estos retratos, en estos paisajes… paisajes historiados por las pisadas blandas, y las voces broncas y amables echadas al viento, desde hace más de 500 años, por los habitantes de la villa de Baracoa y sus alrededores».
«No Man´s Land» (Rolando Cabrera): «El fotógrafo sospecha que su lente no capta otra cosa más que «vestigios visuales de una época pasada», quizá los retazos de “un paisaje cinematográfico” que solo corresponde a cierta Habana de su memoria».
«El baile de las araucarias» (Ruber Osoria): «Con esta serie trato de validar la lucha del pueblo mapuche por recuperar su territorio; la tierra es parte esencial de su espiritualidad. Muestro la conexión que aún tiene ese pueblo con sus creencias».
«Querida Jacksonville» (Jenny Sánchez): «Las fotos que Jenny ha tomado manejan una cándida observación del tiempo extraño, ese que no dominamos, ese que se nos atasca cuando vemos por primera vez una ciudad del mundo y, por fortuna, hemos cargado con la cámara en la mochila. Así como llenamos la maleta de todo lo imprescindible para salir huyendo de aquí. Así como arrastramos un gato a una vida mejor, que terminará enfermando de tanto plenty que hay. Así como sabemos que somos objetos diseminados, también sabemos que no haremos una gran obra, sino una catártica y juvenil, romántica y evasiva, porque para eso salimos a caminar con una Canon RP, para aliviar la noción de totalidad, propiedad o autoridad».
«Castillos de Lawton» (Jans Sosa): «Toqué en una de las viviendas y una señora, muy amable, comenzó a hacerme historias sobre la casa, entre otras que en algún momento antes del triunfo de la Revolución aquel lugar había sido un fregadero de botellas de la fábrica de Coca Cola. Me invitó a pasar al patio para que viera cómo en el fango están enterradas grandes cantidades de fragmentos de botellas».
«¡El corazón se le alegra y vuelve a pedir Polar!» (Joanna Montero): «Cierta estética del colapso es inherente a estas imágenes; la desaparición o la extinción, ganas de activar el mecanismo sin que la observación se agote en verificar cuánto se ha dañado, qué significa el término «expropiación» o cuáles son las causas de esta historia incompleta».
«Memoria del 9/11» (Evelyn Sosa Rojas): «No paraba de llover y la cámara empezó a humedecerse. El monumento de Weehawken está frente al río Hudson. Son dos vigas en forma de tridentes que pertenecieron a las Torres Gemelas. Me senté en un banco frente al monumento a esperar a que alguien viniese».
«Bejucal: Bitácora del olvido» (Eldy Ortiz): «La crisis económica actual ha acentuado la desigualdad entre la capital y sus zonas aledañas (como Bejucal). Las oportunidades parecen pocas para las personas que aquí viven. Los pueblos han quedado abandonados, arrojados a una muerte silenciosa».
«El comunismo luce así» (Ariel Maceo): «Hay algo tan naif como irónico en los colores restallantes con que se nos presentan algunas de estas estampas de la destrucción. Acaso esas fotos vienen a subrayar el hecho de que ningún voluntarismo puede maquillar esta derrota, la caída definitiva de aquellas viejas esperanzas».
«Perros cubanos» (Jorge Bonet): «“Me siento cómodo y realizado con esta iniciativa. Quiero contar historias a través de los perros, historias reales, donde la idiosincrasia de la sociedad juegue un papel fundamental, intentando resaltar siempre el lado alegre, extrovertido, sociable pero también fuerte, explosivo y ladrador de los cubanos», dice por fin el fotógrafo».
«Memorias del subdesarrollo» (Barbarito Walker): «El fotógrafo, Barbarito Walker, es a la vez su “personaje principal”: como Sergio Carmona, el protagonista del escritor Edmundo Desnoes y del cineasta Tomás Gutiérrez Alea (Titón), «experimenta y reflexiona sobre los cambios sociales y políticos en Cuba después de la Revolución de 1959”».
«Visiones cotidianas de la soledad» (Leonardo Grana): «Sentimos que, si el fotógrafo se acercara demasiado, si rasgara torpemente el velo que coloca al protagonista en un estadio del ser al que no tenemos acceso, y lo trajera entonces de vuelta al instante, a esta calle de La Habana, todo se habría perdido…».
(Todas las fotografías fueron autorizadas por los titulares de derechos).
