Como era de esperar, el equipo Cuba —aun refaccionado con algunos atletas de Grandes Ligas y otros campeonatos internacionales de alto nivel— perdió ante Estados Unidos y su line up de bateadores prodigiosos en el primer partido semifinal del V Clásico Mundial de Béisbol. ¡Betts, Trout, Goldschmidt, Arenado…! ¡Y el noveno al bate, Trea Tuner! Oh, Lord!

El marcador apabullante, 14-2, es solo un detalle anecdótico que alguien, acaso, todavía querrá suavizar con el paño caliente del jet lag (los caribeños viajaron desde Japón hace solo unos días)… Pero qué importa eso a estas alturas.

En el loanDepot Park en Miami; 19 de marzo de 2023 / Foto: Alejandro Taquechel
En el loanDepot Park en Miami; 19 de marzo de 2023 / Foto: Alejandro Taquechel

En el loanDeport Park de los Marlins de Miami se jugó al béisbol y ganó el mejor. ¡Bien!

Y se jugó a otra cosa y, bueno, esperamos que hayan ganado, al menos simbólicamente, la justicia y la libertad, esas diosas abstractas que se traducen todos los días para nosotros, desnudos mortales, en hechos y palabras más o menos arduos, más o menos extremos.

En las afueras del loanDepot Park en Miami; 19 de marzo de 2023 / Foto: Alejandro Taquechel
En las afueras del loanDepot Park en Miami; 19 de marzo de 2023 / Foto: Alejandro Taquechel

Justicia y libertad en Cuba, que es de lo que estamos hablando. 

Y algunas de esas palabras —con una larga y cruenta historia detrás— aparecen aquí, restallando en estas imágenes tomadas en las inmediaciones y en las gradas del estadio de la Pequeña Habana. 

Palabras sobrevolando, custodiando, aguijoneando el juego favorito de los cubanos. Nuestro ser íntimo y nuestro gesto más público. Inevitablemente haciéndose, una vez más, grito, consigna, énfasis. 

En las afueras del loanDepot Park en Miami; 19 de marzo de 2023 / Foto: Alejandro Taquechel
En las afueras del loanDepot Park en Miami; 19 de marzo de 2023 / Foto: Alejandro Taquechel

Ojalá que también haya ganado un poco el amor al béisbol, su reconocimiento como espacio común, apto para el cruce y la emulsión de pasiones y argumentos difíciles, de poderosos afectos y furias.  

(Fotografías autorizadas por Alejandro Taquechel).

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