«Soy el diseñador más importante de este momento». Una conversación con Karim Rashid

    La primera impresión es iridiscente. Marcadamente iridiscente. El color de sus uñas, como sus diseños, varía a una velocidad tal que nos deja perplejos. Ora blancos; ora verdes; ora púrpuras; ora rosados. Lo que fue el negro, para él es el rosado. Palo rosa, rosa claro, rosa francés, rosa amaranto, rosado persa, fucsia pálido, rosa coral, rosa chicle, rosa viejo, rosado lavanda, rosa malva, rosa cálido, misty rose

    Curvas. Curvas rosadas, rosáceas, róseas. 

    Incendiario. Es un diseñador incendiario. 

    Lo consideran el rey del plástico. Ha diseñado lo impensable: tapas de registro para las alcantarillas en Nueva York, sex shops, frascos de perfume, alfombras, muebles, botes para la basura, edificios, botellas, hoteles, lámparas, tazas, platos, marcas, joyas… Ante sus diseños parecemos hijos de la perplejidad. 

    Contenedor de basura Umbra Garbo (Canadá, 1996), por Karim Rashid. / Foto: Tomada de www.karimrashid.com.
    Contenedor de basura Umbra Garbo (Canadá, 1996), por Karim Rashid. / Foto: Tomada de www.karimrashid.com.

    ¿Es cáustico? Sí. ¿Workaholic? Sí. ¿Es el diseñador más importante de este momento? Le preguntamos. «Sí, lo soy», tenemos como respuesta. Conversamos con el egipcio Karim Rashid (El Cairo, 1960).

    Edgar Ariel (EA): Karim, sus diseños parecen creados para favorecer, más allá de un gusto evidente por la forma —en la que se regodea—, experiencias, sensaciones. ¿Estamos en lo cierto?

    Karim Rashid (KR): ¡Absolutamente! El diseño da forma a nuestras experiencias en todos los niveles. El diseño toca nuestros cinco sentidos y modela los comportamientos humanos. El diseño es nuestro moldeador cultural. El diseño toca la vida de todos. De hecho, ofrece mejorías para la sociedad desde una escala micro hasta una macro. 

    ES: ¿A veces da la impresión de que la forma triunfa ante la función? ¿La forma triunfa ante la tecnología? 

    KR: La forma no tiene éxito sin la función. Ambas deben ser inseparables. Siempre he dicho que diseño, innovación y tecnología son inseparables.

    EA: ¿En qué medida la tecnología favorece sus diseños?

    KR: A la gente le gusta asumir que el diseño se mueve con tendencias más superficiales, pero es la tecnología y la humanidad lo que nos impulsa. El diseño industrial y el diseño de interiores están impulsados por diseñadores que adoptan nuevas tecnologías, ya sea químicas o de materiales, métodos de producción o invención mecánica.

    EA: Es muy llamativo en Karim Rashid su forma de vestir. ¿Cree que la moda ha influenciado la forma en que diseña?

    KR: La moda ha influido la forma en que diseño, no por su estética o innovaciones, sino por su posición en el Zeitgeist cultural más amplio. El diseño debe estar tan presente y ser tan discutido como la moda. Mi primer libro se tituló I Want to Change the World (Yo quiero cambiar el mundo), y eso molestó a muchos críticos de diseño. Y, sin embargo, si un músico o un diseñador de moda llamara al disco o a la colección con el mismo título, nadie diría nada. Soy súper apasionado, hiperactivo, subsumido en la necesidad de producir, seguir creando y difundir la belleza. Así es como cambio el mundo. El diseño, como catalizador del cambio, todavía se considera revolucionario. 

    EA: En los últimos años el diseño se ha convertido en un tema de mucho interés público. ¿En qué medida cree que el diseño ha invadido zonas antes insospechadas? 

    KR: Siempre quise hacer del diseño un tema público, y ese ha sido mi objetivo durante los últimos treinta años. Sí, hoy los tiempos son diferentes. La mayoría conoce sobre diseño, pero sigue creyendo que el diseño es estilo. El diseño no es estilo. El estilo son movimientos pasados, de los cuales nos apropiamos.

    EA: ¿Qué tan privados son sus diseños? ¿Qué posición ocupa el público en sus diseños?

    KR: El diseño industrial es un acto comercial, no es arte. El diseño contribuye a que la vida sea mejor, pero también genera economías. El diseño nunca es privado; siempre es público.

    KR: Es reconocido por su trabajo con el plástico. Le llaman «el rey del plástico». ¿Utiliza materiales ecológicos en la producción de sus productos?

    KR: Estoy obsesionado con trabajar con plásticos responsables, biodegradables, reciclados o, incluso, derivados de otras fuentes como el maíz, el azúcar y la corteza de açaí. La lata de desechos Garbo ahora está hecha de maíz y es biodegradable, y la silla Snap de Feek está hecha de poliestireno cien por ciento reciclado, y es noventa y siete por ciento aire. Como he dicho, la silla Siamese de A Lot Of está hecha de inyección de plástico con Ipê Roxo. Pero el público no conoce la diferencia. Estos polímeros no utilizan petróleo, por lo que son mucho más sostenibles para la Tierra. Estoy usando muchos materiales biodegradables que son asombrosos. Entonces, puedo crear un mundo sintético, un mundo escultural más cómodo, pero con materiales ecológicos más inteligentes.

    Snap Chair for Feek (Bélgica, 2008), por Karim Rashid / Foto: Tomada de www.karimrashid.com
    Snap Chair for Feek (Bélgica, 2008), por Karim Rashid / Foto: Tomada de www.karimrashid.com

    EA: Teniendo en cuenta la actual situación mundial, liminal y pandémica, ¿cómo cree que ha ayudado el diseño a la sociedad?

    KR: Ha sido inspirador ver a la comunidad de diseñadores apresurarse para hacer cambios: rediseñar y reutilizar las capacidades de producción para fabricar ventiladores mecánicos para pacientes de COVID-19; las empresas de cosméticos de alta gama están fabricando desinfectantes de manos, ropa para enfermeras y médicos; diseñadores de viviendas que utilizan sus impresoras 3D para crear piezas de máscara para socorristas e incluso nuevas modificaciones para que las puertas sean manos libres. 

    A pesar de nuestras distancias, debemos ser una sociedad más colaborativa y amable. Lo que me inspira es ver ciudades más tranquilas, más limpias, con menos contaminación; ver a muchos reconsiderando la carga perpetua del capitalismo. El capitalismo es una máquina incesante que ha creado un deseo artificial de crecimiento perpetuo, pero podríamos tener una economía estable, que dé empleo, que dé sentido, sin crecimiento. ¿Qué le pasa a una pequeña empresa que sigue siendo pequeña? ¿Por qué los conglomerados tienen que mostrar a los accionistas cada año un crecimiento del cinco por ciento o más? Reduzcamos la velocidad y ganemos menos, consumamos menos, cuidemos de los demás y de nuestro planeta. Idealmente, esta es una llamada de atención de la Madre Naturaleza para que pensemos en consumir menos; desacelerar, disfrutar y apreciar nuestra existencia; limpiar el mundo; fabricar y cultivar localmente y de manera responsable; detener la ganadería; tener menos hijos; trabajar digitalmente con muchos menos viajes; erradicar toxinas; acabar con la agitación política; priorizar el gasto público; acabar con el papel; acabar con las guerras y las inversiones militares; respetar la Tierra y no quitarle nada más como el aceite o los árboles, y respetarnos y amarnos unos a otros.

    EA: ¿Cómo cree que será el futuro del diseño? Pero, antes de responder esta pregunta, quizá deba referirse a cómo ve su presente.

    KR: El diseño en la actualidad consiste en crear objetos o muebles multifuncionales que solventen nuevas necesidades. En el futuro no seremos dueños de nada; realmente, ese lugar lo ocupa la naturaleza. Alquilamos autos, alquilamos casas… Pronto aprenderemos a arrendarlo todo, a experimentarlo por un rato y pasar al siguiente. Crearemos una condición humana siempre dinámica, siempre cambiante, donde todo será cíclico, sostenible, biodegradable, personalizable…

    Esto es utopía, libertad y nirvana. Todos los bienes del mundo solo existirán si nos brindan una experiencia nueva o necesaria. Nos desmaterializaremos.

    EA. Varios medios de prensa lo llaman «el diseñador del momento». ¿Está conforme con esta idea?

    KR: Sí, lo soy. Soy el diseñador más importante de este momento.

    EA: Debemos decir que también lo llaman «excéntrico». ¿En qué cree que se basa su excentricidad?

    KR: De alguna manera se podría decir que soy excéntrico, pero también estoy trabajando para lograr una visión ideal de mi vida y mis experiencias. Antes de la pandemia pasaba la mitad del año viajando y viviendo en suites de hoteles. Entonces, mi hogar es como mi suite de hotel perfecta. Estoy rodeado de todos mis diseños y objetos inspiradores. Solo tengo objetos que me alegran y son contemporáneos a mi vida. Generalmente, cambio los muebles y el arte, cada pocos meses, con nuevos prototipos, viejos también, piezas de producción, como una galería dinámica en marcha. Me crie con mi padre cambiando y moviendo muebles, cuadros, etc. Esto lo hacíamos todos los meses. Tengo el mismo hábito excéntrico. Pero, ¿a quién no le gusta construir el mundo a su alrededor? No diría que esto es excéntrico, sino más bien una tendencia humana.

    Karim Rashid en una libreta de abastecimiento (Cuba). / Foto: Edgar Ariel.
    Karim Rashid en una libreta de abastecimiento (Cuba). / Foto: Edgar Ariel.

    EA: ¿Qué características debe cumplir un mueble o un producto para que sea exitoso?

    KR: Si traes algo a tu casa, asegúrate de que tenga significado. Al reemplazar el desorden de objetos mal diseñados y mal hechos, con objetos hermosos de alto rendimiento, con suerte objetos sostenibles, ergonómicos, bien hechos, sensibles y seductores, reducimos el estrés en nuestros entornos y en la vida cotidiana. Todo buen diseño debe reemplazar tres diseños menores, para reducir el desperdicio, construir relaciones duraderas con los consumidores y reforzar el valor central de una marca.

    EA: ¿Qué debe cumplir un producto de Karim Rashid?

    KR: Mi filosofía es que todo lo que tocamos, disfrutamos o involucramos en nuestras vidas debe brindarnos una mejor experiencia. Me educaron con la filosofía del diseño universal: un buen objeto, mueble o espacio debería funcionar tanto para un niño de ocho años como para una persona de 80. El gran desafío del diseño es crear algo que, aunque accesible para todos los consumidores, toque la vida de las personas y les provea una experiencia elevada y un placer originales. En otras palabras: hace que las personas se sientan mejor. Creo que debe haber algún tipo de compromiso, ya sea visual o estético.

    EA: De su amplio catálogo, a su entender, ¿cuál es el producto que, por su función, ha generado más impacto en la sociedad?

    KR: De todos mis diseños, creo que [el frasco de] el jabón de manos Method, la botella de agua Bobble y el recipiente de desechos Garbo pueden haber tenido el mayor impacto, al menos en Estados Unidos. Particularmente Bobble, que ganó tantos premios y es totalmente universal, satisface las necesidades de los consumidores globales de difuminar las fronteras, mantenerse hidratados, ahorrar dinero y ayudar a la Tierra.

    Botella de agua Booble. Estados Unidos, 2010.
    Botella de agua Booble (Estados Unidos, 2010), Por Karim Rashid. / Foto: Tomada de www.karimrashid.com.

    EA: Ha recibido numerosos reconocimientos, pero ¿cuál es el mayor premio que puede recibir Karim Rashid?

    KR: Siento que el verdadero honor es ver mis objetos en las casas de las personas promedio o ver un espacio realizado, disfrutado y experimentado por la gente. El diseño es para personas, no para museos. Lo más destacado ahora es ver a ese millón de personas en Facebook y las 353 mil en Instagram. Siempre he visto al diseño como un acto pop.

    *Esta entrevista fue posible gracias a la colaboración de la revista independiente de diseño y arquitectura énfasis.

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