El fotógrafo Nelson Álvarez viaja en busca del genius loci —el «genio del lugar» de los latinos—; pero, ¿no es eso lo que hacemos todos cuando viajamos y, aun, cuando permanecemos aquí o allá?
Genius también es el dios menor o el espíritu al cual somos confiados al nacer; una entidad tutelar que resulta intransferible, pero que en rigor —tal como observa Agamben (Profanaciones)— no nos pertenece y se ubica más allá del Yo.
Suponemos que genius y genius loci coinciden, la mayoría de veces, sin que tomemos nota de ese encuentro. Estamos ahí y no hemos visto nada.
Digamos que la voluntad de positivar esos encuentros, de testimoniarlos…, o más bien la audacia del Yo al tomar el control y tratar directamente con el paisaje, con el ánima de las cosas y del lugar, es lo que define el carácter del artista.
Durante años, Álvarez ha fotografiado —leemos en su statement artístico— «ciudades con un encanto peculiar, incluyendo aquellas en las que ha vivido y trabajado durante tanto tiempo, La Habana, Venecia, Milano y Jerusalén».
Inspirado por el marinero Corto Maltés, el personaje de comic de Hugo Pratt, y por libros de Italo Calvino (Las ciudades invisibles) y Alberto Savinio (Ciudad, escucho tu corazón), Álvarez comenzó a «transformar en imágenes cada uno de sus viajes con pasión desenfrenada».
Se nos dice que el fotógrafo no pretende «visitar», sino más bien «descubrir, tocar y entrar en contacto con las arterias menos conocidas de cada asentamiento urbano prefiriendo caminos poco frecuentados y callejuelas estrechas con la mentalidad de un viajero en busca de conocimientos y no de recuerdos turísticos».
Arquitecto de formación, no es extraño que el perímetro de la urbe sea el espacio predilecto del autor, a quien también le interesan la danza, el teatro, el cuerpo humano.
Nelson Álvarez admira a fotógrafos como Jeanloup Sieff, Mario Giacomelli, Gabriele Basilico, Richard Avedon; las obras de maestros de la pintura como Caravaggio, Tiziano, Tintoretto, Vermeer, De Chirico; las composiciones de Ennio Morricone.
Es en las entretelas de luces y sombras que puede intuirse, avistarse el genius loci. Fotografiar su invisibilidad.
(Fotos autorizadas por Nelson Álvarez).