Dos expertos observan la crisis económica cubana. Diálogo con Elías Amor y Omar Everleny Pérez

    Junto a la crisis social y política actual, hay un tema que ha atravesado de manera extrema la realidad cubana. Es la economía. Según los datos disponibles, la isla vive su peor crisis en lo que va de siglo, y las proyecciones no presagian este año una mejoría para la población. Del cuatro por ciento de crecimiento vaticinado para 2022, solo se concretó un dos por ciento. Los cálculos estatales, siempre «optimistas», auguran un tres por ciento para el presente año.

    Los factores que han llevado a Cuba a la actual crisis económica son diversos. El propio modelo —junto a las malas planificación y gestión— parece decisivo en la galopante agudización de las dificultades. Hemos observado la disminución de las principales vías de ingresos en los últimos tres años, desde el turismo y las remesas hasta la factura por el envío de médicos y otros profesionales a las controvertidas «misiones» en el extranjero

    El Estornudo conversa con los economistas cubanos Omar Everleny Pérez, exdirector del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana, y Elías Amor, presidente de la Unión Liberal Cubana, en busca de sus opiniones sobre las más recientes maniobras del gobierno isleño y de propuestas para revertir la situación actual.

    Mario Luis Reyes: Tras la aplicación de la Tarea Ordenamiento y la pandemia de COVID-19, la economía cubana atraviesa su mayor recesión en lo que va de siglo XXI. ¿En su opinión, las políticas económicas de las autoridades cubanas están siendo lo suficientemente eficaces y precisas para frenar este proceso en el año 2023, o este período estará también marcado por la crisis económica aguda?

    Elías Amor (EA): Las políticas económicas no solo son ineficaces; es que no existen. Por ejemplo, no hay política monetaria, a pesar de la urgente necesidad de estabilizar la economía. Tampoco hay una política fiscal, tan solo recaudar y gastar, sin ton ni son. Lo que tampoco existe es una coordinación entre ambas políticas, que es necesaria para lograr los equilibrios internos y externos. Por todo ello, en 2023 la situación de la economía será mucho peor que en ejercicios precedentes, y no se alcanzará el nivel de PIB anterior a la pandemia de COVID-19. Cuba quedará como uno de los países más rezagados del mundo en volver a la normalidad, y todo ello se deberá a motivos y decisiones internas, en la medida que el entorno internacional ha ido mejorando en los últimos meses.

    Omar Everleny Pérez (OEP): Creo que este año 2023, y tal vez el próximo, seguirá marcado por una aguda crisis; es evidente que se mantiene la presencia de las deformaciones estructurales de la economía cubana, y esas no se eliminan a corto ni a mediano plazo. El PIB crece muy poco, y aun se ubica por debajo del año 2018. Las exportaciones tanto de bienes como de servicios no compensan las importaciones de estos, por lo que se está en presencia de déficit comercial de bienes y servicios. Hay una gran carencia de recursos financieros que impide realizar las inversiones que deberían ejecutarse, entre ellas las relacionadas con la generación eléctrica y la producción de alimentos.

    Las autoridades han realizado un esfuerzo y se han tomado disímiles medidas para relanzar la industria y la agricultura; sin embargo, los resultados no se observan. Lo que indica que las medidas han sido insuficientes y que es hora de lanzar otras medidas inmediatas.

    La exportación de servicios, entre ellos profesionales sanitarios, fue una de las principales fuentes de ingresos del gobierno cubano durante la década pasada, pero la crisis económica en Venezuela y la llegada al poder de gobiernos de derecha en América Latina frenaron este negocio. ¿Cree que, con la llegada de la izquierda al poder en países como Brasil, Colombia, Bolivia y México, el gobierno cubano podrá recuperar ese rubro?

    EA: Hay serias dudas de que los ingresos por venta de médicos vayan a mejorar en los países de América Latina gobernados por la izquierda. En parte, porque algunos de ellos, como Colombia o Brasil, tienen de los mejores sistemas sanitarios públicos del mundo, con sus propios profesionales. Y, por tanto, no necesitan médicos cubanos. 

    Cuba tiene que ir a vender médicos a países muy atrasados, con escasez de profesionales y que puedan pagar los 30-40 mil dólares por médico que se cobran al año. Esta vía de obtener ingresos es inmoral y tiene numerosos detractores internacionales, así como una notable oposición de los médicos de los países a los que se pretenden vender estos servicios. No tiene posibilidades de desarrollo.

    Omar Everleny / Foto: Facebook

    OEP: Si la lógica se impone es posible que se rehabiliten programas implementados en el pasado, como el programa de médicos cubanos en Brasil, en zonas muy golpeadas por la crisis económica que ha sufrido ese país. Con México el programa de médicos en diferentes zonas del país está funcionando, aunque no estaría seguro de su ampliación, pues el gobierno de López Obrador tiene muchos frentes abiertos, entre ellos la oposición a esos acuerdos, y no estaría dispuesto por el momento a superar los acuerdos alcanzados.

    Con Colombia podría haber una nueva colaboración en el área de Salud, pero no creo que sea en la contratación masiva de médicos cubanos, sino en productos para la salud y asesorías.

    MLR: La deuda cubana se convirtió en un tema mediático recientemente con conocido juicio en Londres. ¿En qué medida cree que esta situación está afectando a la economía nacional actualmente y cuál es el impacto real de los impagos al Club de París y a diversos países por parte del Estado cubano?

    EA: La deuda no es un tema mediático; es una realidad que se tiene que atender, como dijo [el viceprimer ministro] Ricardo Cabrisas recientemente en una reunión del MINCEX [Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera] con [el titular de esa cartera] Rodrigo Malmierca y [el primer ministro] Manuel Marrero. El comportamiento irresponsable con la deuda de Fidel Castro es impracticable por sus sucesores en el poder. Si no se cumple con la deuda, se limita el acceso a los mercados financieros internacionales y ello lastra y limita las posibilidades de mejorar la inserción de la economía cubana en la mundial. 

    Si le creen a [Ignacio] Ramonet y sus boberías sobre el final de la globalización, allá ellos. La economía mundial avanza a pasos agigantados hacia un nuevo escenario global e integrado en que la responsabilidad y la credibilidad de los países será clave para su desarrollo y prosperidad. Mal hacen los dirigentes cubanos jugando al ratón y al gato. Los impagos de deuda internacional se acaban pagando al doble o al triple y con altos costes económicos y sociales. 

    OEP: No me parece que el tema del juicio de Londres haya tenido un impacto en la economía nacional, al menos por el momento. Creo que Cuba renegoció una parte de los impagos con el Club de París, pero otros están vencidos, y es un tema al que debe dársele la prioridad que tiene. La realidad es que la economía cubana está en bancarrota y no tiene los recursos para enfrentar ese tema.

    El presidente cubano visitó algunos países a finales del 2022, y con Rusia se ratificó el pago de la deuda pendiente para el 2027. Con Argelia se logró posponer los pagos pendientes, hasta tanto mejore la situación cubana. Y con China se logró comprensión de la situación cubana, y se le dio una donación al país de 100 millones de dólares.

    Lo que sí es muy claro, y una necesidad impostergable para Cuba: enfrentar los compromisos pendientes; si no, no habrá nuevos financiamientos, que tanto urgen al país.

    MLR: El 18 de enero de 2023 se conoció que el Instituto de la Economía de Crecimiento Stolipin de Rusia participará en la preparación de un programa de transformación de la economía cubana. ¿Qué impacto podría tener la aplicación de este programa en la realidad de la isla? ¿Cuáles serían sus ventajas y desventajas?

    EA: Hay serias dudas de que la economía cubana pueda seguir el modelo ruso por muchos motivos. Cuba carece de recursos como petróleo, gas natural o metales raros, a diferencia de Rusia, que es una potencia mundial incluso en oro y diamantes. Falta un sector clave para la dirección de la economía. El mercado cubano limitado a 11 millones de personas no tiene que ver con el ruso (143 millones). Y su limitación geográfica. Cuba cuenta con una diáspora de tres millones de personas altamente cualificadas y con un elevado capital social y relacional. Rusia tuvo que potenciar las cúpulas de poder comunista y de la Seguridad del Estado. 

    No se vislumbra paralelismo alguno entre los dos países. Y vista la experiencia rusa… Aun cuando sus resultados ahora son positivos, atravesó una etapa difícil que no sería deseable para los colectivos más vulnerables de Cuba. No parece que la isla deba seguir modelo internacional alguno, sino definir su propio proceso de transición.

    OEP: El programa y los pasos de ese proyecto los desconozco; no sé qué incluiría, pero no creo posible pensar que un instituto foráneo proponga algo que no ha sido propuesto o enunciado por los institutos que funcionan en Cuba; los académicos cubanos residentes en la isla y fuera de ella han proporcionado herramientas o lineamientos que deberían aplicarse en el país, y no se han tenido en cuenta. Me atrevo a decir que el país necesita introducir más mercados; el país debería permitir la competencia; no puede ser que en determinadas actividades funcione una sola empresa —para solo enunciar una de ellas.

    Hay realidades a estudiar, y serían también provechosas, como el modelo que se implementa en Noruega, o Suecia o Finlandia, y las experiencias de los vietnamitas con el mercado y el socialismo, incluso el modelo chino. Existen también otras experiencias de repúblicas exsoviéticas o del bloque socialista. Ningún modelo se puede copiar como tal, pero sí hay regularidades, entre los que han logrado escalar posiciones hacia el desarrollo, que son dignas de ser estudiadas también.

    MLR: ¿Este 2023 se detendrá finalmente la inflación? ¿Qué medidas puntuales recomendaría a las autoridades cubanas para ello?

    EA: No. La inflación se está arraigando en estos primeros meses y sube con más fuerza que el año pasado; de modo que el proceso se está alimentando. Además, la inflación subyacente apunta a un crecimiento superior al de la inflación normal; eso también indica el arraigo de las expectativas inflacionistas. 

    Las medidas no pueden ser puntuales, ni las mismas de siempre (topar precios, centralizarlos, controlarlos), sino que deben ir en la línea de recuperar demanda y oferta, y apostar por el mercado como instrumento básico de asignación de recursos. Desde luego, si los salarios se aumentaran en la misma medida que los precios, el desastre podría ser absoluto. Hay que definir políticas de rentas que se dirijan a incrementar los niveles de productividad de la economía.

    OEP: No me parece atinado dar una conclusión así, pero sí es evidente que uno de los principales problemas que aqueja a la población es la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores cubanos, y eso se debe en primer lugar a la alta inflación existente. Por ende, una de las primeras preocupaciones del gobierno cubano debería ser ir a estudiar las causas de la inflación y tomar las medidas que correspondan; especialmente para potenciar la oferta de bienes y servicios a la población. Y analizar en qué sector están las mayores reservas. Eso es quitar las trabas existentes: darles mayor autonomía a los empresarios cubanos; disminuir la hipercentralización de las decisiones y de los planes; reducir la burocracia, eliminando o simplificando las estructuras de producción existente, es decir, potenciar a los órganos productivos de base. La ley de empresas que se discutirá a final del año podría contribuir a solucionar esas ataduras.

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    Mario Luis Reyes
    Mario Luis Reyes
    Su vida va como el Real Madrid en la tabla de la Liga española. Vive orgulloso de tener muy buenos amigos, aunque algunos muy lejos. Después de años intentando sobresalir como repartero, ahora defiende a Charly García y a Santiago Feliú. No se siente tan cómodo leyendo en ningún sitio como en las clases. Le hubiese encantado saber, finalmente, dónde estaba Benno Von Archimboldi.
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    1 COMENTARIO

    1. Básicamente, esperar una mejora económica, aunque sea mínima, sería dilapidar nuestra cuota anual de ingenuidad.
      Y dicen que no habrá pollo en mayo…

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