Crisis. Es una palabra recurrente cuando se habla en los últimos años en Cuba: crisis energética, de abastecimiento, del sistema sanitario, migratoria… Y es lo que transparentan estas fotografías callejeras.
Crisis coyuntural o crisis sistémica… Quien aprieta el obturador no quiere ser identificado: habla de «cansancio», «desesperanza» y «tristeza» al glosar estas imágenes.
«Suciedad», «desamparo», «escasez», dice para sí mientras desanda una vez más las calles de La Habana.
Atestigua «el derrumbe físico» de las paredes en la ciudad y encuentra su correlato en «el desmoronamiento emocional de los seres que habitamos esta isla».
Más de 300 mil cubanos han emigrado en solo dos o tres años. ¿Esta inmovilidad es el reverso de la ruta migratoria o son escalas contiguas del mismo viaje colectivo?
La lobreguez inmanente de eso que llamamos crisis salta a la vista incluso bajo el resplandor del Trópico. Tal como en «Anestesiados», en «Luyanó, límite a condición» o en estos «Fragmentos de una carta jamás enviada»…
Pero aun así estos son documentos de resistencia cotidiana, o bien de la persistencia, de la vida perseverando en sí misma. Sospechamos que La Habana continúa siendo también otra cosa; una posibilidad que está —junto al desvanecimiento, el automatismo existencial que denuncia el fotógrafo anónimo— en estas instantáneas.
(Fotografías autorizadas por el titular de los derechos).