Apenas unas horas después de que se vieran en redes sociales las primeras imágenes de las masivas protestas de este 11 de julio en Cuba, llegaban a nuestra redacción desde Nueva York videos y fotografías de Juan Caballero que mostraban, tan pronto, a decenas de cubanos manifestándose en solidaridad con sus compatriotas en la isla.
Time Square y Central Park (rumbero) se sumaban, en tiempo real, al temblor que recorría el país natal, de San Antonio de los Baños a Palma Soriano.




Algo similar ocurría en Miami, en Madrid, en Barcelona, en Santiago de Chile, en la Ciudad de México.
En los días siguientes habría nuevos gestos (ante Naciones Unidas, como unas pocas semanas antes), en especial tras la represión gubernamental de un estallido social mayoritariamente pacífico.
El fotógrafo Alejandro Taquechel captó las siguientes estampas en la noche de Miami, enclave por excelencia del exilio cubano. Los viejos modos de la rabia y de la esperanza se conjugan en estas escenas miamenses.



«Maldito el soldado que apunta su arma contra su pueblo», se lee en una pancarta que cita a Bolívar y transita la Calle 8.
«Patria y Vida» / «Díaz Canel, singao» / «Patria y Vida» / «Díaz Canel, singao» / «Patria y Vida» / «Díaz Canel, singao» / «Patria y Vida» / «Díaz Canel, singao» / «Patria y Vida» / «Díaz Canel, singao» / «Patria y Vida» / «Díaz Canel, singao»…
Es el lenguaje en loop, viral de la consigna, que los cubanos de cualquier parte conocen bien. Mantra invertido, disidente, e invectiva política… Algo que es lo mismo, pero no es igual.

El 16 de julio partió una caravana de siete autobuses con cientos de cubanos rumbo a Washington DC. La periodista Darcy Borrero lo cuenta aquí.
Otra convocatoria se lanzó para los días finales del mes, y este 26 de julio —«Día de la Rebeldía Nacional», según la fórmula acuñada por la propaganda oficial cubana— decenas de cubanos volvieron a marchar en la capital estadounidense para reivindicar la rebelión del 11-J.



Estas instantáneas de LeAnne Russell ofrecen una amplia crónica de las recientes jornadas ante la Embajada cubana en Estados Unidos (como también ante La Casa Blanca), y en las calles y los parques de Washington DC.
(Imágenes cedidas por sus autores).