Denis Solís ha llegado a Novi Sad, Serbia, con su prima y la hija de su prima. Después de pasar ocho meses en prisión por llamar «penco envuelto en uniforme» a un policía que entró a su casa sin permiso, o sea, por decir en persona lo que todo el mundo grita en las redes sociales, mucha gente cree que Solís no puede hacer ahora lo que le venga en ganas o que le debe algo a alguien todavía, específicamente a Luis Robles, el joven guantanamero que hace un año exigió su liberación con un cartel en el boulevard habanero de San Rafael y que aún permanece en un calabozo.

Ni en La Habana Vieja, sometido a presiones y vigilancias, ni en los Balcanes, adaptándose a un idioma y una cultura ajenas, aunque candorosamente agradecido de entrada, estaba en las manos de Solís la excarcelación de Robles, y esa injusticia no es más responsabilidad suya que de todos los que permitimos en la isla el estado de cosas presente. La repartición de cuotas individuales, mientras el resto permanece como espectador severo, supone un método que obtura cualquier posible articulación de la resistencia o el disenso político.

Nadie que no haya comprometido o convocado deliberadamente a más gente en una empresa personal merece cargar con el peso de una vida o un desenlace ajeno, ni puede leerse el rompecabezas social como una ecuación de variables cerradas, porque Robles, por ejemplo, no salió a protestar únicamente por Solís, a pesar de que el cartel solo llevara su nombre. Robles salió, evidentemente, por cada una de las personas que jamás en su vida han salido a nada ni lo van a hacer y, en última instancia, Robles salió por sí mismo.

Culpar a una víctima del sistema por el destino de otra víctima del sistema es exonerar al sistema de culpas, castigar nuevamente a las víctimas y entender a los ciudadanos como figuras desconectadas o suficientes por sí mismas, y no como piezas de un campo cultural y político que los excede o contiene. No estoy en contra del compromiso individual, pero sí de la disolución colectiva.

Me incomoda profundamente la manera en que hemos discutido, si es que podemos llamarlo así, la intempestiva salida de Cuba a Madrid del dramaturgo Yunior García, inmediatamente después de que convocara a una marcha pacífica a lo largo del país para exigir el fin de los presos políticos. Creo que hay errores tácticos y debilidades éticas en la trayectoria cívica última de García, una táctica y una ética que se cuartea no respecto a principios tácticos ni mandamientos éticos ajenos, sino de acuerdo a la vara que él se puso a sí mismo, pero el exilio ha demostrado conformarse en buena medida alrededor de procedimientos que aparenta extirpar, ajenos a cualquier filosofía de los cuidados o los afectos.

Por un lado, practican cierta camaradería castrense, es decir, de los míos no se habla, todas mis flechas tienen un único objetivo, no nos distraigamos (como si el pensamiento avanzara en una sola dirección, o como si alcanzar tal cosa fuese posible), lo que convierte a la sociedad civil en una criatura permanentemente infantilizada, autocompasiva, incapaz de mirarse de frente al espejo o de recordar aquella famosa línea nitezscheana que nos advierte que cuando miramos demasiado tiempo al abismo, el abismo también mira en nosotros. Por el otro, sin más, García sigue padeciendo descalificaciones infames, ya no es agente de la CIA, ahora es chivato, ya no lo quieren colgar de la Plaza de la Revolución, ahora lo quieren colgar de la Puerta de Alcalá, ya no merece nuestra empatía, ahora merece nuestro desprecio.

El argumento para acusar a García de agente de la Seguridad del Estado no es otro que su convicción de que el embargo estadounidense es una política fallida, una idea con la que estoy absolutamente de acuerdo y que al menos tiene que estar sujeta a debate, en vez de haberse convertido, como lo ha hecho, en una suerte de mantra partidista mediante el cual, según lo que creas, te habrás convertido en un exiliado ejemplar o en un exiliado también del exilio; alguien que mejor se devuelve a la isla o se calla la boca, puesto que ya otros han decidido cómo es que se denuncia la dictadura la cubana, cuál es la manera correcta y legítima de hacerlo, de ahí que todavía permanezca en pie.

Las personas infiltradas intentan camuflarse, aparentar lo que no son. Si eres castrista, deberías actuar como anticastrista, pero el detector del exilio cubano funciona al revés. Para ellos, el infiltrado castrista es alguien que actúa como lo que ellos llaman castrismo, un individuo que no intenta engañarlos, sino que decide presentarse tal como es y no como el exilio le exige a su multitud de pioneros obedientes que sean. A los verdaderos infiltrados, en cambio, nunca los detectan, hasta que el aparato de propaganda del régimen los destapa en cadena nacional.

Mi conclusión de todo esto es que, gracias al grado de funcionalidad que representan para el poder, los únicos agentes, sean conscientes o no, son aquellos que se han echado encima la misión de detectar quién es agente y quién no, aplicando un método tan rematadamente obtuso y ridículo, levantando la bandera de Vox en España y de cuanta idea supremacista y más o menos histérica se les cruce en el camino.

Lo que esa misma zona del exilio no le perdona a Denis Solís es que, con su viaje a Novi Sad, los haya privado de otra pieza sacrificada —si es negra, mejor— que los libre de remordimientos, les alimente su indignación particular y los convierta sin mayores conflictos ni esfuerzos en luchadores encomiables de ese globo de cumpleaños llamado democracia. Otro nombre para un hashtag, otro post de denuncia, otro individuo preso por el que alzar la voz, otro paria pobre diablo que no aceptó que lo tradujéramos a tiempo completo como víctima de la crueldad castrista. Solís no tenía derecho a privarlos de todo eso y arrebatarles de un día para otro, sin consulta previa, sus privilegios simbólicos.

Los sujetos elegidos para sostener la buena conciencia ajena pierden cualquier potestad sobre sí mismos, y en cuanto salen del radio de acción de esa moral castrada, estrecha y cuasi escolástica, ya no son útiles y dejan de importar. Se necesita que padezcan, no otra cosa. Si no, ¿a través de quién demostramos que el castrismo es lo que es? Es así como una cara sustituye a otra, un nombre a otro: un nuevo cuerpo destazado en el ritual ideológico nacional, máquina trituradora de carne.

Duras en la solidaridad de la gente lo que duras dentro de cierto rango de terror ya codificado. A través del instrumento del altruismo funcionas únicamente en determinado horario, de cinco a siete como Cleo, pongamos, pero el registro del otro exige 24 horas. Ignoro si en el esquema de la plantación había un título específico para las personas que pedían el cese de la esclavitud y al mismo tiempo condenaban el gesto irredento del esclavo aturdido que se fugaba al monte del exilio, porque dejaba al resto de los suyos en el barracón. Pero, lo haya o no lo haya, eso es lo que somos.

13 Comentarios

  1. Soy mujer y mayor lo cual ante los ojos de la juventud me hace verme vieja antigua y ridícula pero no puedo dejar de exponer mi criterio ante este escrito de Carlos. En primer lugar Denis Solis está en su derecho a escojer su futuro pero no a desligarse del vínculo de Luis Robles por qué el compromiso es moral de dignidad y de humanidad. Ese gesto de Robles de pedir por la libertad de Denis solo se hace cuando se es un gran hombre. Para mí Denis nunca tuvo una actitud que no fuera cobarde no por salir de Cuba sino por no dar una sola palabra de agradecimiento ,.por desligarse de una lucha que a costado mucho dolor a la familia cubana.
    Exactamente pienso con Yunior involucro y participó de una falsa que ahora pretende hacerse el víctima incoprendido Yunior El solo se hizo foco de Archipielago fue entrevistado por la tv oficial y dió seguridad de su firmeza en su decisión para después de entregar las cartas de solicitud de la marcha con número de carnet de identidad incluído pospone la marcha dice marchara solo para proteger a los seguidores pero ni una cosa ni la otra. Se va y pretende que creamos que sin conección con un acto de repudio en la puerta saco visa pasaporte para 2 pasaje se vacuno con una vacuna
    Tanto Denis como Yunio por la unión europea y voló en menos de 72horas
    Todos vinos la maleta detrás cuando dijo que estaba listo para salir muy a su pesar será muy buen dramaturgo pero muy malo para decir mentiras
    Tanto Denis como Yunior podrán vivir sus vidas en libertad pero sus pesadillas al poner su cabezas en la almohadas serán su mayor condena . Hay un Luis Roble que enfrentara una condena por defender a quien no aprecio la lealtad. Hay muchos jóvenes que hoy se enfrentan a juicios con largas condenas por creer en un mediocre mentiroso cobarde.
    Se que algunos jóvenes con estudios me van a criticar mi opinión pero yo soy a la antigua dónde el hombre responde a la dignidad la vergüenza los principios la lealtad y la decencia. Ojo hombre =mujer Gracias

  2. CMA, a cual ‘exilio’ te refieres? Quienes son tus referentes? Hay muchos exilios, mucha gente con diferentes criterios. Por que, para que meter a todos en el mismo saco? Tus prejuicios y condenas afloran y a veces son injustas y desdichadas. Hay gente de izquierda y de derecha, que juzgan a la ligera, calumnian, critican. Suelen ser ignorantes, inconscientes. Denis y Yunior pueden largarse a donde les de la gana, al igual que tu. Pero cada determinacion tiene su consecuencia. Debemos asumirla.
    Mientras leia tu texto, pense hablabas de ti, y no de Denis.

  3. Como es habitual en esta camada de jóvenes intelectuales cubanos la desacreditación hacia los cubanos que han partido hacia el exilio en distintas épocas y de alguna u otra manera han hecho algo o han alzado al menos su voz para condenar a la dictadura castrista, es al parecer, una necesidad para poder presentarse como los verdaderos disidentes y luchadores contra el desgobierno cubano. Llenando sus demagogos discursos de palabras rebuscadas y epatantes tratan al resto de los humanos no letrados como ellos, como raras que hay que amaestrar. Toda la esta manada de seudo disidentes que se llaman a sí mismos « de izquierda » no tienen la mínima idea de lo que es luchar contra una dictadura totalitaria de izquierda y así y todo tienen el desparpajo de querer pertenecer a esa misma izquierda a la que pretenden oponerse, lo que pone en claro la falta de principios, de madurez e ignorancia política que los adornan.
    El Yunior demostró lo que es y cada uno lo está haciendo, ninguno de ellos tiene los coj… que han tenido los que se han negado a que los « destierren » y han preferido luchar desde una mazmorra del castrismo. Todos estos nuevos disidentes prefieren poner « pies en polvorosa » y arrancar a continuar la lucha desde la comodidad europea o norteamericana, con jamón y whisky, para así poder concertar mejor las ideas sobre la lucha….
    Ni en 36 milenios más se librará Cuba de su tiranía con tales nuevos luchadores….

    • La falta de coj*** es una desgracia nacional. Solo mirar todos los que han huido (hemos huido) y no han (hemos) tenido valor para enfrentar al régimen. La cobardía es el rasgo nacional del cubano.

  4. Respecto a lo que defiende Carlos Manuel Álvarez en «Denis Solís y la
    culpa cubana», sólo diré que el autor repite un esquema muy gastado de
    que el embargo debe cesar, otra vez sin explicar en serio, como tantos,
    las razones para ello. Por mi parte, creo que el embargo no ha sido más
    que un adelanto profiláctico de lo que desde hace años debió ser una
    política aplicada por todo el mundo libre a esta “simpática” dictadura,
    al igual que lo fue la Sudáfrica del aparheid, (¡y sí funcionó!). Viendo
    su actual perversa influencia en la región, no se puede evitar pensar a
    qué gigantescos espacios se habría extendido la subversión y la pujanza
    antidemocrática que genera este régimen, puesto en práctica desde su
    mismo origen (invasión fallida a Panamá en marzo de 1959), de no haber
    contado con el notable, aunque insuficiente freno del embargo
    norteamericano. Cargando con culpas artificiosas y falsarias condenas
    internacionales, ese noble empeño en asumir las responsabilidades
    democráticas que exige combatir en serio un malévolo eje de la izquierda
    como el totalitarismo antillano (que a diferencia de los totalitarismos
    o autoritarismos de derecha tiende a la larga vida y a la metástasis y
    ponzoña que genera volcándolos hacia el exterior como método de
    existencia), es de considerar sólo por un momento de reflexión en serio,
    y no repitiendo mantras, que se vuelve una imagen de espanto lo que
    habría provocado este régimen en toda la región, y más allá, sin esa
    parcial presión. Y tengamos en cuenta que no tener esa constante, no
    habría significado una mejor vida para los cubanos encerrados en la
    isla, como lo demuestra la realidad del presente. Ni aunque se encuentre
    oro o petróleo en toda la isla aumentaría un gramo el nivel de vida en
    constante descenso de los que están encerrados en este corral de
    puercos. No es el embargo lo que nos empobrece, somete y explota, sino
    el cancerbero que nos impide vivir. En cuanto a menospreciar a Vox por
    “reaccionario”, una de sus representantes destacadas en Madrid, Rocío
    Monasterio, está pidiendo justamente esa política enérgica de defensa de
    la democracia, saltándose los caducos conceptos internacionales de la
    diplomacia de “no injerencia en los asuntos internos” o “libre
    determinación”, que fueron y son buenos cobijos para las dictaduras:
    aislamiento y cese de aceptar tal cual país normal este engendro como
    práctica internacional de intolerancia inamovible contra cualquier
    régimen que practique la represión institucionalizada contra sus
    habitantes.

  5. El Sr Solis lo que quiere es dinero, a la contrarrevolución cubana le haría falta un Che Guevara burgués, pero no lo encuentran, porque además eso sería en realidad una contradicción en los términos. García Aguilera se fue, lo hacían secuestrado, y estaba ya en Madrid comiendo jamón pata negra, mientras los demás tontos de Archipiélago, lo tenían por su jefe, y ahora el Sr Denis.
    Triste muy triste es todo esto, no creen

  6. A esos que gesticulan y corean yo soy fidel las preguntaria que les parece lo que hizo el susodicho cuando el Moncada ? Literalmente salio huyendo mientras sus subordinados morian en el ataque y despues eran torturados.

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