Senén Alonso Alum
Opinión
‘Con Filo’: el terror de los noveleros
El primer sabor que recuerdo es el sabor de la tierra.
Reinaldo Arenas
Lo cierto es que me afligí. Un poquito. Nada más.
O sea.
Imagine por un...
Opinión
El malestar de la Oposición
Quien no tenga genes revolucionarios, quien no tenga sangre revolucionaria,
quien no tenga una mente que se adapte a la idea de una revolución,
quien no...
Crónicas
Todo está en El Rastro
Allí se vendía de todo lo imaginable; ropas usadas, cuadros, dentaduras postizas,
libros, medicinas, castañas, ruedas de coche, bragueros, zapatos.
Allí se encontraban tipos de toda...
Crónicas
Una birra por la sanidad pública
I.
El pasado 11 de febrero se celebró la gala de los premios Goya 2023. La ciudad de Sevilla acogió a cineastas, actores y periodistas...
Texto
Enero es el mes más cruel
¿Y el amor?
Dos Estrellas que combaten.
Dos estrellas sus límites golpean
sin poder transfundirse en una sola
luz, o en la primigenia nebulosa.
Dos estrellas hambrientas que golpean
como...
Crónicas
La fauna peregrina del Metro de Madrid
I. Literatura subterránea
Hay una suerte de verticalidad en la metrópoli moderna que parece archivar, en sí misma, el registro civilizatorio de la humanidad. Aún...
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Reportajes
Maykel Osorbo: «A mí tienen que asesinarme de frente»
El pasado jueves 18 de abril, el rapero Maykel Osorbo, preso político en la cárcel de máxima seguridad de Kilo 5 y Medio, Pinar del Río, y condenado a nueve años de privación de libertad, casi pierde de una mordida la hélice de la oreja izquierda luego de que cuatro reos comunes lo agredieran en complicidad con las autoridades de la penitenciaría y la Seguridad del Estado cubano.
Galerías
Similares / Diferentes
Similares, diferentes… Gemelos como incógnita y confirmación de la...
Entrevista
«Un país se construye desde sus comunidades»
Cuando los activistas cubanos Marthadela Tamayo y Osvaldo Navarro hablan, usan palabras como «ciudadanía», «articulación», «comunidad», «barrio» o «sociedad civil». Cualquiera diría que son términos válidos solo para las sociedades en democracia, y no para un país cerrado, donde parece que todo el mundo se marchó.