¿Por qué? ¿Cómo un tipo que vivió con tanta libertad se encierra al final en una celda tan terrible? Es evidente. Yorick, un personaje cínico y burlón, que miró a todos con un halo de grandeza y los señaló despectivamente, no podía permitirse ahora volverse una diana del estigma. Él no recibiría ni la lástima ni la crítica.
Maykel era un muchacho «correcto» en muchos parámetros. Hijo de profesionales de Radio Sagua, al chico le auguraban un futuro promisorio en los gajes de la comunicación. Hasta que cogió el Sida, que en aquellos años todavía cargaba con la etiqueta de ser la enfermedad de los bajos fondos, sobre todo de los bajos fondos de la comunidad LGBTIQ.
El caso 2648 llegó al Sanatorio de Los Cocos, en Santiago de Las Vegas, inconsciente, víctima de un infarto cerebral y con varios órganos comprometidos. Había intentado suicidarse mediante la ingesta de 350 fármacos. Los psiquiatras, militares como el resto de médicos que allí fungían, ordenaron su ingreso obligatorio.
En medio de esta desolación absurda, se recuerda la noche habanera de aquellos años con una nostalgia innegable. El panorama cultural de aquel entonces, como muchas otras aristas, era alentador. La vida nocturna se abría como un colorido abanico, imparable.
Desde 2022, a Nancy se le puede encontrar diariamente en un banco del Parque de la Fraternidad, a dos cuadras de donde duerme. Allí se sienta con sus piernas hinchadísimas, como dos inmensas columnas griegas, que le impiden recorrer largas distancias. Allí también solicita la ayuda de quien le pase por delante.
Sus nombres son Luis Barrios Díaz, Yosandri Mulet Almarales, Gerardo Díaz Alonso y Manuel de Jesús Guillén Esplugas, y todos murieron mientras cumplían penas de privación de libertad.
¿Bajo qué condiciones legales han sido excarceladas estas personas? ¿Qué implican dichas condiciones? Esta y otras preguntas fueron respondidas por el jurista cubano Raudiel Peña Barrios
La apertura en La Habana a inicios de este año del primer mercado estatal con operaciones en dólares en efectivo ha sido para muchos un preludio de la «muerte» de la virtual Moneda Libremente Convertible (MLC) y el inicio de una etapa de dolarización parcial de la economía.