Mónica Baró

    El fin de la soledad

    Desde el 11 de julio no consigo dormir más de cuatro horas. No paro de revisar información sobre Cuba: videos de las manifestaciones y...

    Victoria’s Secret, Gigi Maduq y la sororidad

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    La violencia nunca tiene argumentos

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    Adiós a los dólares, bienvenida la risa

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    El gobierno cubano encuentra nuevo culpable de todas sus angustias

    La dictadura del algoritmo, de Javier Gómez Sánchez, es un audiovisual simplemente feo. Muy feo. Es feo —y violento— el cartel que lo promociona,...

    El discurso de la polarización

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    Como yo, el ensayo se obstina en la búsqueda de unas respuestas que nadie sabe si existen. Esa incertidumbre me otorga el consuelo de los agnósticos, la posibilidad de que un día la calle que me sacó de Cuba, y que tira de mí cada vez que mi vida comienza a ralentizarse, termine por desembocar en el que, se supone, es el sitio que me corresponde.

    Maykel Osorbo: «Si no me cuido yo, me fracturan»

    Entre los integrantes del Movimiento San Isidro, probablemente ninguno haya torcido tanto su destino como Maykel Osorbo, un tipo inaudito que atravesó todos los círculos de la violencia, escapó de su anillo constrictor y se transformó en apenas unos años, específicamente entre 2018 y 2021, en un emblema y un símbolo de resistencia dentro de la oposición cívica cubana.