Desde mis comienzos me he caracterizado por ser un fotógrafo “callejero”, alguien que intenta captar la espontaneidad de la vida diaria. Encuentro personas fascinantes, conozco un poco de sus vidas, observo algunos momentos trascendentes. También me preocupan las dificultades que afectan mi entorno; fotografiar ciertos temas es una forma de participar en un diálogo colectivo.

De esa preocupación por mi entorno surge Hogar, una serie de fotografías que llegó a ser finalista del Magnun Photography Awards 2016 y cuyo escenario es el viejo Teatro Campoamor.

Originalmente solo quería documentar los restos del edificio antes de que colapsara. Hasta el día en que encontré a Reynaldo. Él abría el candado de una puerta improvisada. Me presenté y le pregunté si podía tomar fotos del interior. Mientras hablaba, él me inspeccionaba con desconfianza. Finalmente me preguntó si era periodista. Le respondí que no. Luego dijo: «Ok. Solo cinco minutos. Después, te vas».

En ese corto tiempo no pude fotografiar mucho, pero algunas cosas me llamaron la atención: cubos de agua, pomos de plástico para reciclar, plantas bien cuidadas y un perro que ladraba. Deduje que él no era un simple trabajador de la construcción, sino el morador de aquel lugar. Esto despertó mi interés y quise volver a visitarlo.

 

  • Eduardo Garcia "Hogar" Teatro Campoamor 1921. Industria y San José, La Habana.

Regresé y cada vez que podía le llevaba café, alguna botella de aceite y otros productos comestibles; también máquinas de afeitar y jabón. Solo trataba de ser amable y de ayudarlo según mis posibilidades.

Por fin, tuve su permiso para fotografiar dentro del teatro. Estuve comprometido desde el mismo instante en que conocí a Reynaldo, pero cuanto más tiempo pasaba con él, más quería desarrollar el proyecto. Pasé cuatro meses fotografiando Hogar y me gustaría seguir haciéndolo durante los próximos años.

 

Texto extraído de la entrevista realizada por Grethel Morell al autor.

6 Comentarios

  1. ¿Es este caballero el mismo (y el mismo teatro) que es protagonista de uno de los segmentos en el documental «El nuevo arte de hacer ruinas» (2006) de Antonio José Ponte? Saludos.

  2. Sí, Miguel, es el mismo cubano que aparece en ese documental de 2006. Increíble, que lleve tantos años viviendo allí y que el antiguo Teatro Campoamor no se haya derrumbado totalmente después de los ciclones que han pasado por La Habana en ese tiempo. Hay que agradecerle a Grethel Morell su pasión por la fotografía y por el ser humano.

  3. Gracias, Tania. De acuerdo, este testimonio fotográfico es fantástico: en y alrededor de la ruina material, el ser humano sobresale dando fe del deseo de vivir dignamente. Felicitaciones a Grethel. Saludos.

    • No solo la cultura cubana como también arruinó la vida de todo un pueblo convirtiéndolos en esclavos de la pobreza, de la falta de información, de la vida plena con libertad de expresión, libertad de ir y venir donde tus posibilidades te alcancen, les mintieron al pueblo para hacerles creer que seria igual para todo el mundo y que tendrían educación y salud gratuita pero vemos que nada de eso se concretizo y hoy después de 62 anos la gente esta cansada de mentiras y abusos fuertes contra los derechos humanos. Gritemos con fuerza lo que sentimos e tenemos atorados en la garganta «Patria y Libertad»

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