Artículos de Yanier H. Palao
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La obligación de mostrarse feliz
Apago la lámpara de mi habitación, me dispongo a dormir. La luz de los adornos navideños de los vecinos entra por las ventanas de vidrio; el titilar de las guirnaldas es reiterativo, insoportable para cualquier sistema nervioso, pero la gran mayoría se ha acostumbrado a esa presión. De lejos los balcones se ven alegres, pero […]
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La desfachatez que seduce
«Meterse en su boca para calmar el hambre». María Auxiliadora Balladares Estoy leyendo un libro verde, sobria su portada, el lenguaje que utiliza. Es un libro de amor, otro más que escribe la autora. Es diciembre, estoy solo, desesperado por encontrar pareja aunque sea por una semana. En Quito es difícil tener sexo si no […]
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Encontrar parecidos es un síntoma de debilidad
Me siguen pareciendo sinceras tus palabras, aunque ya no creo en lo que se muestra como verdadero. Contrario a la mayoría, creo más en la falsedad, en la exageración, en lo sobreactuado; todo eso me parece más sincero. Desconfío de las personas que se muestran siempre iguales. Que aburridos ellos. Me recuerdan a los vecinos […]
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El pervertido tiene cara de tímido
Es verdad. Aun cuando casi siempre estoy solo, me acompañan los gemidos, los gritos, el sonido de los cuerpos cuando chocan. El chapaleteo de las lenguas cuando besan. Escucho a mi vecina pedir que le den más, que le abran más el hueco, que se lo ensanchen. Media hora después se publica en el medio […]
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Ladrillos sin revestimiento
Vuelvo a dormir abrazado a él. Le digo que lo quiero, pero no es así; tampoco es del todo incierto. Lo quiero en ese momento, para no dormir solo, para besar sus labios delgados, para sentir su risa burlona. Me espera en la esquina del barrio; su casa queda a menos de una cuadra. Tenía […]
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La Plaza del Teatro
Llegó la hora de hablar de ella. Es pequeña; escondida como si no le interesara recibir visitas. En esta ciudad todo es pequeño, menos las iglesias, sobre todo sus interiores. La plaza es cuadrada; tiene unos dos o tres bancos mal distribuidos. En el centro, creo, debió ir un monumento, una fuente, pero no hay […]
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