Artículos de Anamely Ramos
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Ciudad Silencio, conversación con Amed Aroche
Una carpeta llamada Presente *** ¿A dónde vamos realmente cuando viajamos? ¿Al lugar de destino físico o a un sitio intermedio que combina lo que ya somos con lo que nos encontraremos más allá de nosotros mismos? Siempre me gustó viajar, sobre todo a lugares desconocidos y lejanos, pero el día que ya no pude […]
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Tres mujeres y dos ciudades. Erigir fronteras y derrumbarlas
La «mariana» y yo Nunca me dijo su nombre. Tampoco recuerdo habérselo preguntado. Así que la llamaremos Manuela. Era la más gordita de las dos mujeres que me asignaron para arrestarme afuera de mi casa; además de los policías varones. Fue para mí el primer día de muchas cosas: primer arresto violento, primera vez que […]
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Mujeres, ayunos y tipos de cuidado (I)
Yenisleydis Borroto es la persona, pero Áfrika Reina es su renombre, el yo verdadero porque es un yo comunitario, un yo múltiple donde caben todos. Yenisleydis Borroto está en huelga de hambre hace más de cinco días. Áfrika Reina intenta, desde la poesía que encarna su propio cuerpo, regenerar la vida de este país desolado. […]
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Esteban Rodríguez: Ama y haz lo que quieras
«Esteban vio muchas cosas esa vez, vio a los bárbaros revoloteando con total impunidad y torpeza —como quien hace alarde de su poder por tener las alas, unas alas grandes y negras que se arrastran por el asfalto, unas alas atrofiadas, pero alas al fin— en las inmediaciones de la puerta de nuestra casa. Esteban […]
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Charla 3 con Luis Manuel Otero: opongo unas puertas humanas a los círculos concéntricos de la represión
Ya transcurrió el quinto día de la huelga de Luis Manuel Otero. Logró hablarle a la gente y después le tumbaron nuevamente la Internet. Luis vive en círculos concéntricos que tratan de encerrarlo. Su avatar es escaparse, burlar todos los cercos que le ponen. Sus hermanas fueron a verlo y tampoco las dejaron pasar. Me […]
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Charla 2 con Luis Manuel Otero: opongo mi soledad plena a la multitud vacía de afuera
Dios de mi casa y de mi sangre familia negra en la que no hubo mezcla alguna: negros los ojos, la piel, el pelo duro y el alma puro casi salvaje, porque el origen era la selva. Hablo de los que me antecedieron ¡Qué pobreza de hogar!, en las paredes solo un retrato. Colgaba un […]
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