Los carretilleros, pequeño eslabón de la cadena alimenticia, intermediarios de poca monta, están pagando las consecuencias de la absurda gestión agrícola de la isla.
Cuando los activistas cubanos Marthadela Tamayo y Osvaldo Navarro hablan, usan palabras como «ciudadanía», «articulación», «comunidad», «barrio» o «sociedad civil». Cualquiera diría que son términos válidos solo para las sociedades en democracia, y no para un país cerrado, donde parece que todo el mundo se marchó.