En medio del caos universal, o de este incomprensible orden divino, el artista más intrépido es, a lo sumo, un operador de laboratorio que enciende la máquina de rayos X para husmear en el interior de las cosas.
Es el caso estricto de Yomer Montejo Harrys, técnico de la salud especializado en imagenología, habitante de Centro Habana y, desde hace tiempo, fotógrafo y creador de piezas tan inquietantes como estas.
Por azar, el físico alemán Wilhelm Röntgen descubrió los rayos X a fines del siglo XIX. A inicios del XXI, el cubano Montejo Harrys se nos presenta como un enemigo indudable del azar: esto que vemos es montaje, premeditado artificio, industriosa manipulación de cargas electromagnéticas, ingeniería inversa de la realidad, apuesta por la revelación de lo oculto.
Hay un comentario sutil o violento, filosófico o cotidiano, irónico siempre, en cada una de estas imágenes. Para quien sepa leer estas fotografías, estas «placas», tal vez haya aquí un diagnóstico preocupante. Algo muy serio.
(Imágenes cortesía de artista).