En algún lugar, entre el famoso poema de Bonifacio Byrne y el acerado porvenir de Cuba, están estas fotografías de Yoanny Aldaya, quien otra vez interroga el espacio urbano en busca de relatos alternos.
Variaciones, contrapuntos, fugas al discurso oficial. Aullidos, silencio. Ruido en el sistema.
Aquí está la bandera de la estrella solitaria, símbolo nacional. Y aquí estamos nosotros, repitiendo versos sueltos:
Con la fe de las almas austeras…
…y ella ha sido el honroso sudario/de los pobres guerreros difuntos.
¡Al cubano que en ella no crea/se le debe azotar por cobarde!
…son letreros de luz en la nieve.
Aunque lánguida y triste tremola…
…mi ambición es que el sol con su lumbre/ la ilumine a ella sola —¡a ella sola!—.
Si deshecha en menudos pedazos…
…¡nuestros muertos alzando los brazos/la sabrán defender todavía.