Entre el 24 de febrero y el 21 de marzo de 1952 tuvo lugar en La Habana un fuerte torneo internacional de ajedrez para conmemorar el Cincuentenario de la República, organizado por el Club Capablanca, sito en la calle Infanta, esquina a Humboldt.
De acuerdo con el destacado periodista cubano e historiador de ajedrez Jesús González Bayolo, el alma del torneo fue el fundador del Club Capablanca, Mario Figueredo, mientras que el director del evento fue su director de competencias, Alberto García. Según el maestro internacional Nelson Pinal, en su blog PinalChess, el comité organizador fue integrado, además, por Carlos A. Palacios, Antonio Lage, Evelio Bermúdez, Ramón Bravo y José R. Florido.
El evento contó con el apoyo financiero del gobierno de Carlos Prío Socarrás, quien presidió su apertura en el Palacio Presidencial. Los primeros ocho clasificados tendrían premios por un total de siete mil 500 pesos cubanos (equivalente a la misma cantidad en dólares estadounidenses). Asimismo, fueron costeados a todos los participantes los pasajes de ida y vuelta desde sus lugares de residencia, así como alojamiento y viáticos diarios.
Un torneo con incidencias
En principio se reunió una nómina de 23 participantes, 15 extranjeros y ocho cubanos. Sin embargo, el gobierno de México ordenó el regreso de dos ajedrecistas de ese país que ostentaban grados militares, el general de brigada Manuel Soto Larrea y el capitán José Joaquín Araiza, cuando solo habían transcurrido seis rondas y cada uno había jugado cinco partidas (ambos con cuatro derrotas y una entablada, justamente, entre ellos). Como la nómina original era impar, debían realizarse 23 rondas, y en cada una de ellas un ajedrecista quedaría sin jugar. Tras la retirada de los mexicanos, como no era posible realizar otros emparejamientos, cada jornada tendría tres competidores libres.
El 10 de marzo ocurrió el golpe de Estado mediante el cual Fulgencio Batista Zaldívar derrocó al entonces presidente constitucional, Carlos Prío Socarrás. De ahí que el torneo fuese interrumpido hasta el día 12, cuando los organizadores tuvieron las garantías del nuevo gobierno para el cumplimiento de los compromisos asumidos por el anterior.
Cuenta Bayolo, en la primera parte de su artículo «Ajehéroes: Mártires del ajedrez cubano», que al comandante Antonio Lage, ayudante personal de Prío, se le ordenó permanecer en casa en una especie de detención domiciliaria, pero como ejercía de tesorero, y era el encargado de entregar los viáticos diarios a los ajedrecistas, fue autorizado a cumplir sus funciones. El certamen recuperó la normalidad mientras el pronunciamiento militar suspendía las garantías constitucionales y frustraba las elecciones del 1 de junio de 1940, en las cuales el propio Batista sería otra vez candidato (si bien las encuestas le daban escasas probabilidades de ganar).
Para colmo de males, el ajedrecista cubano Juan Antonio Quesada sufrió un infarto cardíaco tras la ronda 16, en la que había empatado con el español Arturo Pomar, y falleció el día 14 de marzo. A su funeral asistieron los participantes y los directivos del certamen. Quesada finalizó en décimo octavo lugar, con ocho puntos, gracias a cinco victorias (dos de ellas, sin jugar, contra los mexicanos), seis tablas y 11 derrotas (realmente perdió solo cuatro). Su rendimiento en partidas efectivas fue del 40 por ciento.
Nómina de lujo
La nómina de ajedrecistas que reunió el torneo fue de lujo, si consideramos lo que muchos de ellos lograron durante sus vidas ajedrecísticas —aunque ello no se reflejase en la categoría de cada quien. Recordemos que hasta 1950 la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés) no otorgó los primeros títulos de grandes maestros (GM) y maestros internacionales (MI). Entonces solo 27 ajedrecistas fueron investidos con la máxima categoría, de los cuales apenas 15 estaban en activo; los otros 12 había sido muy destacados en el pasado, aún vivían, pero no ya no tomaban parte en el circuito ajedrecístico.
En el Torneo del Cincuentenario de la República solo participaron tres grandes maestros; el polaco nacionalizado estadounidense Samuel Reshevsky, el polaco nacionalizado argentino Miguel Najdorf y el yugoslavo Svetozar Gligorić. Reshevsky y Najdorf fueron incluidos en la lista original de grandes maestros, mientras Gligorić fue adicionado en 1951. Los tres estaban posicionados entre los mejores ajedrecistas del mundo, y en el cálculo del coeficiente ELO que ha realizado la base de datos Chessmetrics, para enero de 1952, Reshevsky ocupaba el cuarto puesto con 2758 (detrás de Vasily Smyslov, David Bronstein y Paul Keres, y por delante del entonces campeón mundial, Mijaíl Botvinnik); Najdorf, el quinto, con 2750, y Gligorić, el duodécimo, con 2704. Reshevsky había sido, en 1948, uno de los cinco participantes del match-torneo por el Campeonato Mundial, donde finalizó empatado con Keres en tercero y cuarto lugares, detrás de Botvinnik y Smyslov.
Siete ajedrecistas ostentaban el título de MI en el momento de competir en la capital cubana: el austriaco-argentino Erich Eliskases (GM precisamente en 1952); el francés originario de Rusia, y luego nacionalizado estadounidense, Nicholas Rossolimo (GM en 1953); el español Arturo Pomar (GM en 1962); el argentino Carlos Guimard (GM en 1960); el neerlandés Lodewijk Prins (GM honorario en 1982) y los estadounidenses Israel Horowitz (tres veces campeón del US Open) y Herman Steiner, de origen húngaro (también tres veces ganador del US Open). Aunque aún no ostentaba título alguno, participó igualmente el joven estadounidense Larry Evans (MI en 1952, y GM en 1957), quien había ganado el campeonato de su país en 1951, por delante de Reshevsky, y en 1952, empatado con Steiner, a quien venció en el desempate (además ganó los campeonatos de 1961-62, 1967-68 y 1980; en esta última ocasión empatado con Walter Browne y Larry Christiansen).
De acuerdo con Chessmetrics, Eliskases ocupaba la posición 15 (2688) en enero de 1952; Rossolimo, 27 (2659); Evans, 28 (2657); Prins, 51 (2601); Steiner, 81 (2569), y Horowitz, 96 (2553). Es decir, nueve de los participantes estaban entre los cien mejores del mundo en la lista Elo del mes anterior al inicio de la cita.
El grupo de ajedrecistas extranjeros lo cerraban el español Román Torán (MI en 1954, y campeón de España en 1951 y 1953), el veterano alemán nacionalizado estadounidense Edward Lasker (MI en 1963, y campeón de US Open en 1916, 1917, 1919, 1920 y 1921), así como los mexicanos mencionados anteriormente.
La escuadra cubana estaba formada por algunos de los mejores ajedrecistas de la isla; algunos de ellos lo siguieron siendo hasta casi dos décadas después: Juan González de la Vega (campeón cubano en 1942, 1943, 1951 y 1952); Eleazar Jiménez Zerquera (MI en 1963, y campeón de Cuba en 1957, 1960, 1963, 1965 y 1967, así como campeón panamericano en 1963, 1966 y 1970); Eldis Cobo Arteaga (MI en 1967; empató con Rosendo Romero por el campeonato de Cuba en 1950, aunque perdió el desempate, y fue ganador del US Open en 1958); Rosendo Romero Delgado (campeón cubano en 1950); Francisco Planas García (campeón cubano en 1927 y 1929, y miembro del equipo nacional en la VIII Olimpiada Mundial de Buenos Aires, en 1939); Miguel Alemán Dovo (campeón cubano en 1939, y también asistente al certamen bonaerense), y Rogelio Ortega (campeón cubano en 1958 y 1966).
Resultados
Samuel Reshevsky y Miguel Najdorf compartieron el lugar de honor con 16.5 unidades de 20 posibles. Reshevsky fue el máximo ganador con 14 victorias, cinco empates y solo una derrota, a manos del español Arturo Pomar. Najdorf obtuvo 13 triunfos y siete empates; junto a Svetozar Gligorić, los únicos invictos. El yugoslavo alcanzó la tercera posición con diez victorias e igual número de tablas, para un total de 15 puntos. El sistema de desempate Sonneborn Berger —que suma los puntos obtenidos por cada oponente derrotado y la mitad por los que han entablado— favoreció al estadounidense, con 155.50, frente a 149.00 del argentino.
Eva Perón, esposa del mandatario argentino, Juan Domingo Perón, había enviado como regalo una copa de plata para el ganador del torneo. Pero Reshevsky y Najdorf rehusaron jugar un match de desempate y obsequiaron el trofeo al Club Capablanca a fin de que lo otorgara al vencedor de un evento que se organizaría en memoria del fallecido Juan Antonio Quesada. Bayolo refiere que dicho evento se realizó al año siguiente, y lo ganó Eleazar Jiménez.
En cuarto y quinto puestos empataron Erich Eliskases y Larry Evans, con 14 puntos cada uno, seguidos por Nicholas Rossolimo, con 12.5. En séptimo lugar se clasificó el doctor Juan González De La Vega, con 11.5 (+7 = 9 -4), siendo el cubano mejor ubicado, por lo que recibió una copa donada por el entonces presidente mexicano, Miguel Alemán Valdés.
Los españoles Arturo Pomar, Román Torán, y el estadounidense Israel Horowitz, compartieron los lugares del octavo al décimo, con 10.5 puntos cada uno. Todos ellos fueron acreedores de premios en metálico.
El neerlandés Lodewijk Prins finalizó en undécimo lugar, con 10.0 puntos. El cubano Eldis Cobo y el argentino Carlos Guimard alcanzaron 9.5. A continuación, Eleazar Jiménez, 9.0 unidades; Edward Lasker y Herman Steiner, 8.5; Rosendo Romero, 6.5; Juan A. Quesada, 6.0; Francisco Planas, 5.0; Miguel Alemán, 3.5, y Rogelio Ortega, 2.0.
Pese a las contingencias, este interesante torneo, en que participaron varios de los mejores ajedrecistas de la época, ubicó a la capital cubana como escenario propicio para la élite del juego ciencia, y sirvió, por supuesto, como fogueo para los cubanos que, entonces, tenían una escasa exposición internacional. Era un momento de transición en el ajedrez isleño, justo cuando la generación de Rosendo Romero, Miguel Alemán y Francisco Planas, nacidos en los primeros años del siglo, pasaba definitivamente la estafeta a otras dos hornadas, donde sobresalían figuras como Juan González y Rogelio Ortega, hijos de la segunda década del XX, o bien Eleazar Jiménez y Eldis Cobo, venidos al mundo a fines de la tercera.
Referencias:
-Bayolo, Jesús G. (2023) «Ajehéroes: Mártires del ajedrez cubano» (primera parte). https://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2023/01/ajeheroes-martires-del-
ajedrez-cubano-i-parte/.
-Pinal, Nelson (2022). «Gran Torneo Internacional de La Habana 1952. El torneo ignorado». https://ajedrezpinal.com/2022/01/30/gran-torneo-internacional-de-la-habana-1952-el-torneo-ignorado/.
-Chessbase (2022). Megadatabase 2022.
-Chessbase (2023). www.chessbase.com.
-Chessgames (2023). www.chessgames.com.
Admirable gesto de Reshevsky y Najdorf. Este artículo rememora una época entrañable del ajedrez, donde los contendientes sobre el tablero eran caballeros que nunca se levantaban intempestivamente, abandonando la partida y lanzando acusaciones sin pruebas. Hoy, lamentablemente, el nivel ha subido tanto como descendido la ética ajedrecistica. Saludos.
Gracias por su acertado comentario. Lo que ha sucedido con el ajedrez, ha ocurrido con muchas actividades de los seres humanos: la mercantilización. El ajedrez se convirtió en un negocio. Y que conste, nunca he estado en contra de la profesionalización del ajedrez ni de cualquier otro deporte o actividad intelectual. Todo lo contrario. Pero en una época, aunque el dinero era importante, por supuesto, lo principal era el ajedrez, la creación de variantes, el desarrollo de la teoría, los estilos. Hoy todo eso sucumbe al imperio de Don Dinero. Saludos.
Este fue un gran torneo que los cubanos (y otros) desconocen. Dado todo lo que ocurrió durante el transcurso de la competencia, tales como golpe militar, fallecimiento de unos de los participantes y el retiro de otros dos, seguro que cuenta entre las actividades de ajedrez más accidentadas de la historia del juego. Felicitaciones a su autor. Es de notar que Najdorf y Reshevsky eran de los mejores jugadores de ajedrez entonces, esto le brindó al torneo una especial celebridad.
Muchas gracias, Maestro. Sí, de hecho algunos consideraban a Reshevsky y Najdorf como los mejores ajedrecistas no soviéticos en aquella época y ello se ve reflejado también en lo que muestra la base de datos Chessmetrics, aunque también puede notarse en los resultados de cada uno en los torneos internacionales.
Cuando se estaba organizando el Match Torneo por el Campeonato Mundial de Ajedrez que finalmente se efectuó en 1948, los organizadores consideraron el nombre de Najdorf para reemplazar a Reuben Fine que rechazó su participación, debido a que estaba terminando su tesis doctoral. Los otros cinco, como se sabe eran Botvinnik, Keres, Reshevsky, Euwe y Smyslov. Esto es porque se decidió invitar a los sobrevivientes de AVRO 1938, entre los que estaba Flohr, pero éste fue reemplazado por Smyslov a petición de la Federación Soviética y con la anuencia del ajedrecista checo nacionalizado soviético.
He leído en varias fuentes que se consideraba también invitar a los ganadores de los Torneos de Groningen y Praga de 1946. Si quienes ganaran ambos torneos no estaban entre los nominados, entonces deberían luchar por la plaza en un match. Al ganar Botvinnik, Groningen no resultaba necesario hacer match alguno.
En Groningen se impuso Botvinnik. Najdorf quedó en 4-5 puestos empatado con Szabó (otro de los ajedrecistas no soviéticos más fuertes de la época) y detrás de Euwe (2º) y Smyslov (3º).
En Praga, en cambio, ganó Najdorf con un punto y medio de ventaja sobre Stolz y Trifunović y dos puntos sobre Gligorić y Foltys. Pero este torneo no fue tan fuerte como el anterior, sobre todo porque los soviéticos Botvinnik, Keres, Smyslov, Flohr y Bronstein estaban invitados pero la Federación Soviética canceló a última hora, debido a que este torneo coincidía en fecha con la semi-final del campeonato nacional (argumento bastante flojo por cierto, porque no era usual que ajedrecistas de este nivel participaran en semi-finales). También cancelaron Reshevsky y Fine. Los checos debieron reemplazar a estos ajedrecistas con jugadores nacionales con mucha menor fuerza, lo cual le restó nivel a este torneo.
Al parecer, los dirigentes de la Federación Soviética bloquearon a Najdorf para disminuir el riesgo de que un no soviético pudiera imponerse en el torneo y de esa forma se concentraban en Reshevsky, ya que para todo el mundo era evidente que Euwe, aunque todavía era un ajedrecista de mucha fuerza no era un rival de consideración como lo mostraron sus resultados, aunque vale decir que para Botvinnik, Euwe era un rival peligroso. El argumento para no incluirlo fue la fuerza disminuida del Torneo de Praga. Estoy seguro que Najdorf le habría dado muchísimo colorido a ese torneo, al que, además debió ir por derecho propio.
[…] Publicado originalmente por la Revista El Estornudo, 2 de abril de 2023. https://revistaelestornudo.com/ajedrez-torneo-cincuentenario-republica-habana/ […]
Excelente trabajo de recordación de un torneo ignorado por décadas y que confirma que el ajedrez cubano no murió con Capablanca. Se realizaron eventos y habían excelentes jugadores como el Doctor Juan González de Vega, Eldis Cobo, Eleazar Jiménez (entte otros) que fueron los tres primeros Maestros Nacionales. Entre la muerte de Capablanca en 1942 y 1957, el Maestro González de Vega fue varias veces campeón de Cuba y hasta que se marchó del país tuvo excelentes resultados.
Los que deseen ampliar algo sobre el gran trabajo de referencia, les dejo un link que guarda relación con el ajedrez cubano desde 1942 hasta 1958. Espero que les guste. Gracias.
https://ajedrezpinal.com/2010/11/28/juan-gonzalez-de-vega-el-desconocido/