Esta selección de retratos integra la serie Mi gente de la fotógrafa cubana Leysis Quesada. El lector se internará aquí en una tersa galería donde cuelgan, a cada lado, visiones entrañables, cuerpos y semblantes tallados por el tiempo y por las inclemencias de unas vidas que no conocemos pero que, en cierto modo, adivinamos.
Puede decirse tal vez que la muestra funciona como un amplio estuario donde concurren suavemente muchos ríos hacia el final de sus recorridos (sus respectivas biografías), ahora por fin en la frontera de esa otra agua enigmática e infinita que es el mar.
Leysis Quesada. Mi gente. Leysis Quesada. Mi gente.
Sin embargo, Quesada presenta a sus protagonistas no necesariamente en medio de escenarios grandilocuentes, ni rodeadas de paisajes sobrecogedores, sino en modestos espacios interiores, en sus propias casas, en el centro mismo de la cotidianidad y de la memoria.
Se trata aquí del testimonio. Unas vidas retratadas; las vidas de estas mujeres que vemos.

En cada una de sus piezas la autora ha conseguido sortear cualquier vislumbre de trascendentalismo, y sobre todo ha evitado ese tono elegíaco avant la mort que acecha siempre en la tarea de mostrar la ancianidad. Quesada logra que el canto en estas imágenes no sea réquiem ni extremaunción, sino más bien confirmación vitalista.

Porque incluso la tristeza o la nostalgia, el rigor de los recuerdos que se agolpan en los ojos y en los gestos, los rostros del pasado que asoman en algunas instantáneas, la pobreza y la inexorable decadencia material, todo eso se presenta ante nuestras miradas con la orgánica gracilidad de lo vivo y lo que persevera en (re)vivir.

Cada uno de estos retratos capta no solo un punto quizá cercano al final de la existencia sino toda la historia natural (personal) de una mujer. Una mujer, digamos, en la Cuba de las últimas décadas. Porque, ya lo sabemos, cada biografía o testimonio individual narra también esa otra Historia, que desde luego aparece bien fotografiada —como por añadidura— en Mi gente.

«Desde mis inicios en la fotografía me he identificado con la mujer, con la mujer de campo y la mujer de barrio, porque mis historias son siempre parte de mi vida cotidiana», dice Leysis Quesada. «En esta serie intento mostrar la vida de estas mujeres, madres, abuelas que a pesar de las necesidades y el duro trabajo solo piensan en satisfacer las necesidades de sus hijos, y que siempre están dispuestas, alegres…»
(Fotografías autorizadas por Leysis Quesada).