Muros
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El año que tumbamos el Muro
Desde mi perspectiva de entonces (la de alguien que nunca había visto un país del “capitalismo real”), más que una transformación, lo que experimentaba el mundo comunista era una conversión en toda la regla. Aquella gente estaba pasando, sin vaselina pero con terapia de choque, del kitsch comunista al kitsch occidental.
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