«Cuba, surrealismo mágico». Es un título un poco pomposo con seguridad, pero es la frase con las que intento explicar a los extranjeros esa cualidad inherentemente cubana de propiciar situaciones ridículas y divertidas de las situaciones más absurdas. Para ponerle otro punto al chovinismo que también nos caracteriza, diría además, que los cubanos somos campeones en sacar una sonrisa en las peores condiciones. Es seguramente el humor la mejor vía de escape que encontró un pueblo aislado (por su condición de isla).
Carlos Mayol, otro de los pesos pesados de la fotografía cubana, hilvanó una serie de instantáneas donde nuestro surrealismo mágico y también tropical es su eje primero. La serie titulada “Fragmentos”, de la cual hoy compartimos algunas de sus fotografías, cuenta la Cuba de los años 80 y 90 a través de imágenes que son chispazos de humor que vemos en el día a día, partes ya de la cotidianeidad. Imágenes sugerentes, que nos guardan parte de su sentido para que nosotros lo concluyamos y en lo cual nos sentimos nostálgicamente cubanos.
Fotografias: Carlos Mayol