Tribulaciones y vicisitudes de los campeonatos mundiales de ajedrez contemporáneos

    Del 9 al 30 de este mes de abril tiene lugar en Astana, capital de Kazajistán, el match por el campeonato mundial de ajedrez entre los dos primeros lugares del último Torneo de Candidatos jugado en Madrid en 2022, el ruso Ian Nepomniachtchi y el chino Ding Liren. En condiciones normales, este encuentro debió producirse entre el primero y el campeón reinante, el noruego Magnus Carlsen. Sin embargo, este último decidió no defender su título, según sus propias palabras, «porque no sentía motivación» tras cinco victorias previas en 2013, 2014, 2016, 2018 y 2021. Antes de él, solo el estadounidense Robert Fischer se negó a defender el título después de intentar infructuosamente el cambio de las reglas de juego con que se disputaría en 1975 su encuentro con el retador soviético Anatoly Kárpov.

    La historia de los campeonatos mundiales de ajedrez ha estado plagada de tribulaciones y vicisitudes, tanto desde el punto de vista organizativo como por las exigencias de algunos campeones. 

    Hasta la muerte en 1946 de Alexander Alekhine, eran los campeones quienes imponían las reglas y decidían quiénes serían sus retadores, a partir no solo de los resultados ajedrecísticos de estos, sino de la bolsa que estuviera en juego y otras condiciones del mismo, desde la sede hasta la extensión del enfrentamiento, los ritmos y los horarios de juego.

    Desde entonces, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés), creada en 1924, asumió el control del proceso y estableció las reglas que determinaron la selección de los candidatos a Retador del Campeón Mundial, así como las condiciones para la discusión del máximo título ajedrecístico. Así fue hasta el cisma producido en 1993, cuando el entonces campeón Gary Kaspárov y otros grandes maestros fundaron la Asociación Profesional de Ajedrez (PCA, por sus siglas en inglés) y decidieron organizar un campeonato aparte. 

    En cualquier caso, a lo largo de las décadas hubo cambios notables en las reglas y sobre todo en los mecanismos eliminatorios para escoger al retador del campeón del orbe. 

    El match-torneo de La Haya y Moscú en 1948

    El último match por el título mundial de ajedrez había tenido lugar en 1937 entre el entonces campeón, el neerlandés Max Euwe, y Alexander Alekhine, quien había perdido el título dos años antes, y se impuso en la revancha —por entonces era un «acuerdo de caballeros»— que el ruso-francés jamás cumplió al cubano José Raúl Capablanca. 

    Al año siguiente, el famoso Torneo AVRO, organizado por la compañía radial neerlandesa del mismo nombre, reunió a los ocho mejores ajedrecistas de la época, con la idea implícita de que, si el vencedor no era el campeón mundial, fuera reconocido como el principal candidato al título. Dicho evento produjo dos ganadores empatados, el estonio Paul Keres y el estadounidense Reuben Fine, y en tercer lugar figuró el soviético Mijaíl Botvinnik. Fine nunca formalizó su reto a Alekhine, pero Keres y Botvinnik comenzaron las negociaciones para la organización de un match por el título mundial. Las dilaciones típicas de Alekhine, cuando se trataba de rivales de gran fuerza, y estallido de la Segunda Guerra Mundial impidieron la realización de estos encuentros. 

    Al concluir la guerra, solo Botvinnik tenía posibilidades reales e interés en la realización de un match. Keres había dejado de ser estonio y se había convertido en soviético, debido a la incorporación forzosa de su país a la URSS, y en los años inmediatos al fin de la guerra enfrentó investigaciones de la seguridad del Estado y restricciones por posible «colaboración» durante la ocupación nazi —lo que no fue tal. Mientras tanto, Fine desarrollaba su proceso doctoral en Psicología y estaba concentrado en ello. Alekhine, quien sí había colaborado abiertamente con los ocupantes nazis en Francia, se había exiliado en Portugal y, en medio de evidentes dificultades económicas, estaba dispuesto a sostener un match con Botvinnik, quien tenía tras de sí el apoyo, incluso financiero, de la maquinaria soviética, aun cuando tres el fin de la guerra había otras prioridades. Finalmente, Alekhine falleció el 24 de marzo de 1946. El título quedó vacante. 

    Participantes del match-torneo por el Campeonato Mundial de Ajedrez, en 1948. En primera fila, de izquierda a derecha, Max Euwe, Vasili Smyslov, Paul Keres, Mijaíl Botvinnik y Samuel Reshevsky. / Foto: Chessbase
    Participantes del match-torneo por el Campeonato Mundial de Ajedrez, en 1948. En primera fila, de izquierda a derecha, Max Euwe, Vasili Smyslov, Paul Keres, Mijaíl Botvinnik y Samuel Reshevsky. / Foto: Chessbase

    Para llenar la vacante, la FIDE convocó a un match-torneo por el Campeonato Mundial de Ajedrez que se efectuó a cinco vueltas en 1948; fueron invitados los mejores jugadores de la época. El soviético Mijaíl Botvinnik se impuso de forma convincente, con un total de 14 puntos de 20 posibles, seguido por Vasily Smyslov (11.0); Samuel Reshevsky y Paul Keres (10.5) y el Dr. Max Euwe (4.0). El estadounidense Fine, quien también había sido invitado, declinó su participación por razones académicas. Este fue el comienzo del predominio absoluto del ajedrez soviético en el escenario internacional por más de dos décadas; solo interrumpido por el reinado de Fischer, pero recuperado poco después gracias al predominio de Kárpov y Kaspárov. 

    El sistema de ciclos eliminatorios de tres años

    La FIDE había decidido que los matches por el campeonato mundial ocurrirían cada tres años en encuentros pactados a 24 partidas, proclamándose campeón el primero que obtuviera más de 12 puntos. Si se producía un empate a 12, el campeón conservaba su título, tal y como ocurrió en el Botvinnik-Bronstein de 1951 y el Botvinnik-Smyslov de 1954. Si el campeón era derrotado, tendría derecho a la revancha un año más tarde. Botvinnik fue derrotado por Smyslov en 1957 (9.5-12.5), y recuperó el título al año siguiente (12.5-10.5), así como por Mijaíl Tal en 1960 (8.5-12.5), pero nuevamente lo recobró en 1961 (13.0-8.0). 

    Botvinnik y Smyslov protagonizaron tres encuentros consecutivos por el campeonato mundial en 1954, 1957 y 1958. / Foto: Wikipedia
    Botvinnik y Smyslov protagonizaron tres encuentros consecutivos por el campeonato mundial en 1954, 1957 y 1958. / Foto: Wikipedia

    Sin embargo, para el ciclo que concluía en 1963 con el match por el título mundial, la FIDE decidió suspender ese derecho del campeón. Botvinnik fue derrotado entonces por Tigran Petrosian (9.5-12.5), y como no se le permitió obtener la revancha desistió de participar en el siguiente ciclo de candidatos. Bajo este formato también se desarrollaron los matches entre Petrosian y Spasski, en 1966, que ganó el primero por 12.5-11.5, y, en 1969, que ganó el segundo (12.5-10.5); también el Spasski versus Fischer, en el cual se impuso el estadounidense por 12.5-8.5.

    Fischer y Spasski en el match por el campeonato mundial en 1972 / Foto: Chessbase
    Fischer y Spasski en el match por el campeonato mundial en 1972 / Foto: Chessbase

    Fischer trató de cambiar las reglas del match y logró que la FIDE aceptara declarar vencedor a quien primero obtuviera diez victorias, sin límite de partidas; que no se contaran las tablas, y que si el campeón era derrotado tuviera derecho a revancha un año después. En cambio, la organización internacional rechazó su exigencia de que, en caso de paridad 9-9, el campeón automáticamente retuvieras el título, lo cual obligaba al retador a vencerlo por 10-8. Esa fue la principal razón por la que el norteamericano se negó en 1975 a defender su título ante Anatoly Kárpov. Vale decir que por entonces había encabezado la lista ELO de la FIDE de forma ininterrumpida desde fines de los años sesenta. 

    La utilización del sistema de un cierto número de victorias en un encuentro ilimitado —tal como se habían pactado la mayor parte de los encuentros por el título mundial antes de la FIDE— demostró que la victoria no necesariamente sería del mejor jugador, sino de quien tuviera mejores condiciones físicas y psíquicas. En las siguientes citas, se redujo de diez a seis la cifra de triunfos necesarios para declararse campeón mundial, manteniendo la cantidad ilimitada de partidas. 

    El match Kárpov-Korchnoi de 1978 en Baguio, Filipinas, concluyó con la victoria del campeón 6-5 en 32 partidas. Hasta la partida 27, Kárpov ganaba por 5-2; entonces, Korchnoi ganó la 28, la 29 y la 31, y el matchse igualó 5-5. Pero el campeón logró imponerse en la 32 y conservó su título. En ese encuentro, además de la ajedrecística, tuvo lugar una no menos fuerte confrontación política. Korchnoi había decidido no regresar a la URSS en 1976, y las autoridades de ese país le negaron injustamente la salida a su esposa e hijo. A partir de este hecho, el jugador decidió denunciar políticamente al sistema soviético en diversas tribunas mediáticas. En el match de Baguio, el retador acusó a Kárpov de estar acompañado de parapsicólogos e hipnotizadores. El titular, por su parte, se quejó de que Korchnoi usaba unas gafas que reflejaban la luz y molestaban su vista. La crisis llegó al punto en que dejaron de estrecharse las manos y de comunicarse entre sí, por lo que las tablas se decidían a través de los árbitros.

    Korchnoi versus Kárpov en el match por el campeonato mundial de Baguio, Filipinas, en 1978. / Foto: chess.com
    Korchnoi versus Kárpov en el match por el campeonato mundial de Baguio, Filipinas, en 1978. / Foto: chess.com

    Volvieron a enfrentarse en Merano, Italia, en 1981. El encuentro debió comenzar en septiembre, pero Korchnoi anunció que no jugaría a menos que su familia fuera autorizada a salir de la Unión Soviética. Al parecer, el entonces presidente de la FIDE, el gran maestro islandés Fridrik Olafsson, y otras personalidades internacionales intercedieron, y su familia fue liberada. En este match se esfumaron las posibilidades de Korchnoi de alcanzar el cetro universal. Kárpov se impuso 6-2 en apenas 18 partidas. 

    En el próximo ciclo, correspondiente al trienio 1984-1987, el ganador de los torneos de candidatos fue el joven gran maestro soviético Garri Kaspárov. Este ha sido el match más largo de la historia, puesto que fue suspendido tras 48 partidas y cinco meses de faena (del 10 de septiembre de 1984 al 15 de febrero de 1985). En las primeras nueve, Kárpov superaba al retador por 4-0 (y cinco empates); a continuación, se produjeron 17 tablas. De hecho, si el encuentro se hubiera realizado a 24 partidas, el campeón habría retenido su título tras entablar la número 21 con un margen imponente: 12.5-7.5. Sin embargo, el match era ilimitado. 

    El campeón se anotó su quinta victoria en la partida 27, pero, luego de cuatro tablas, Kaspárov se impuso en la 32; sobrevinieron 14 empates más, y entonces el joven volvió a ganar en la 47 y la 48. En ese punto, todavía liderando Kárpov (5-3), pero claramente agotado física y mentalmente, el filipino Florencio Campomanes, presidente de la FIDE, decidió interrumpir el match y convocar a uno nuevo para el último cuatrimestre del año. Era evidente que el sistema de juego ilimitado no funcionaba adecuadamente, por lo que el siguiente Congreso de la FIDE resolvió volver a la modalidad de 24 partidas, declarando ganador al primero que alcanzara 12.5 puntos. Fue así que Kaspárov logró destronar a Kárpov, por 13.0-11.0.

    Kárpov versus Kaspárov en uno de los matches por el campeonato mundial de ajedrez. / Foto: Vía Infobae
    Kárpov versus Kaspárov en uno de los matches por el campeonato mundial de ajedrez. / Foto: Vía Infobae

    En la revancha, ambos ajedrecistas volvieron a enfrentarse en Moscú entre el 28 de julio y el 8 de octubre de 1986, y Kaspárov resultó vencedor nuevamente (12.5-11.5). 

    Mientras tanto, continuaban desarrollándose las eliminatorias para escoger el retador de 1987. Desde 1948 los retadores salían de un sistema de clasificación que incluía varios torneos zonales, un torneo interzonal (que en los años setenta se dividió en dos, y en los ochenta en tres). Con los clasificados en los interzonales y los «sembrados» del anterior torneo de candidatos se conformaba la nómina del siguiente, cuyo ganador se enfrentaba al campeón mundial.

    En esa ocasión, Kárpov recibió el beneficio de participar directamente en un encuentro final con el ganador de los matches de candidatos de 1986, el soviético Andrei Sokolov, debido a que ese año era el match revancha por el campeonato del mundo. El excampeón dominó por 7.5-3.5 y accedió así a su cuarto match por la cima del orbe frente a Kaspárov. La cita, pactada nuevamente a 24 partidas, terminó en empate (12-12), por lo que el rey retuvo su corona. 

    El último ciclo trienal normal, 1987-1990, terminó otra vez con la victoria de Kárpov, quien derrotó al neerlandés Jan Timman (6.5-2.5) en los matches de candidatos de marzo de 1990. Se convirtió así, una vez más, en retador de su eterno rival, Kaspárov, quien volvió a triunfar por la mínima diferencia (12.5-11.5). 

    El cisma del ajedrez

    En 1993 se produjo la ruptura entre el campeón mundial, Garri Kaspárov, y la dirigencia de la FIDE. Desde hacía varios años se habían producido una serie de conflictos que llevaron, primero, a la creación de la Asociación de Grandes Maestros, al margen de la FIDE, y, luego, al establecimiento de la Asociación de Profesionales del Ajedrez (PCA, por sus siglas en inglés). Para ese ciclo se habían producido cambios importantes en el sistema de clasificación. Con el objetivo de incorporar una mayor cantidad de participantes, se volvió a un solo torneo interzonal, que ahora se disputaría por el sistema suizo, en lugar de los tres que se celebraban, con 18 participantes cada uno, por el sistema de todos contra todos. En los matches de candidatos se impuso el inglés Nigel Short sobre Timman (7.5-5.5). En semifinales, Short había vencido a Kárpov por 6.0-4.0, y el neerlandés había despachado a Artur Yusúpov con igual marcador.

    A Kaspárov y a Short les parecía demasiado pobre la bolsa de premios que ofrecía la FIDE y decidieron organizar, no solo este, sino todas las demás batallas por el campeonato mundial al margen de aquella organización. Aceptaron la oferta de Times Newspapers por 1.7 millones de libras esterlinas y aceptaron jugar el match en Londres. En consecuencia, la FIDE los descalificó y convocó un match en Ámsterdam entre Kárpov y Timman por el campeonato mundial «oficial» que ganó el excampeón por 12.5-8.5. En tanto, Kaspárov se imponía a Short por 12.5-7.5. Había comenzado un cisma en el ajedrez que duraría más de una década.

    Los encuentros por el título mundial al margen de la FIDE —primero regidos por la PCA y luego por el Consejo Mundial de Ajedrez— se denominaron «Campeonato Mundial Clásico». El perdedor del match por el campeonato se uniría a otros siete clasificados en un certamen que se disputaba por sistema suizo a 11 rondas. Luego se desarrollaban los matches de candidatos por un sistema similar al que existió a partir de la segunda mitad de los años sesenta, con cuartos de finales, semifinales y finales. El triunfador retaba al campeón. El indio Vishwanathan Anand ganó en 1995 el derecho a enfrentarse a Kaspárov, y este retuvo su título por 10.5-7.5. A fines de ese año, la PCA perdió el patrocinio que recibía de la firma tecnológica Intel y resultó imposible organizar un nuevo ciclo por el campeonato del mundo. En el año 2000, Kaspárov seleccionó como retador al también ruso Vladimir Kramnik, aun cuando Alexei Shírov le había vencido en un match clasificatorio en 1998. Contra todo pronóstico, Kramnik se impuso 8.5-6.5, producto de dos victorias y 13 tablas. La inexistencia de una infraestructura organizativa, tras la desaparición de la PCA, permitió que los campeones asumieran mucho poder en la elección de sus retadores, tal como ocurría antes de 1948. 

    En 2002, el Torneo de Dortmund Sparkassen sirvió para escoger quién desafiaría a Kramnik. Ocho ajedrecistas se enfrentaron en dos grupos preliminares; clasificarían dos por cada llave y en cada caso los primeros se cruzarían con los segundos —cuatro partidas clásicas, y desempate en rápidas— bajo el llamado sistema de knock-out. El húngaro Peter Leko se agenció el torneo y, en 2004, empató en la lucha por el título mundial 7.0-7.0, así que que Kramnik conservó la condición de campeón.

    Paralelamente, hacia el final de la gestión de Campomanes y en los primeros del kalmuco Kirsán Ilyumzhinov, se produjeron en la FIDE importantes modificaciones con respecto al campeonato del mundo. El ciclo 1993-1996 consistió en un torneo interzonal realizado en 1993 por el sistema suizo a 13 rondas y en el cual clasificaban los diez primeros. A ellos se unirían el campeón de la FIDE, Anatoly Kárpov y el subcampeón, Jan Timman, así como el otro semifinalista del anterior torneo de candidatos, Yusúpov. Los clasificados en el Interzonal se unían a Timman y Yusúpov en una primera ronda eliminatoria de seis y una segunda de tres matches, y los tres mejores irían con Kárpov a las semifinales. Los ganadores en esa instancia disputarían el título mundial en 1996. Dinalmente, Kárpov derrotó al estadounidense de origen ruso Gata Kamsky (10.5-7.5).

    A partir de entonces comenzó un proceso que desprestigio contra la FIDE y el título de campeón mundial. A instancias de Ilyumzhinov se abandonó plenamente el sistema clasificatorio tradicional, que fue reemplazado por el de knock-out a dos partidas clásicas, y con rápidas en caso de empate. Originalmente se propuso a Kárpov y Kaspárov que entraran directamente a semifinales para unificar el título mundial en 1998, pero Kaspárov declinó participar. En consecuencia, Kárpov fue clasificado directamente para la final en su condición de poseedor del título de la FIDE. El match decisivo entre Kárpov y Anand se produjo en marzo de 1998 y terminó empatado, 3.0-3.0; el ruso emergió vencedor en las dos partidas rápidas efectuadas. Por primera vez en la historia, el título mundial de ajedrez se había disputado en solo seis partidas clásicas y decidido en rápidas. 

    A partir de entonces, hubo campeonatos bajo este formato en 1999, 2000, 2002 y 2004. En 1999, se despojó a Kárpov del privilegio de disputar el match final y se le exigió entrar en la segunda ronda, por lo que decidió no participar una vez más. Los ganadores de estos eventos fueron el ruso Alexander Khalifman (1999), el indio Vishwanathan Anand (2000), el ucraniano Ruslan Ponomariov (2002) y el uzbeko Rustam Kasimdzhanov (2004). En 2005, debido a las inmensas críticas sobre el sistema de knock-out, la FIDE decidió disputar el campeonato mundial en un match-torneo a doble vuelta entre ocho ajedrecistas que incluiría a los dos finalistas de 2004 (Kasimdzhanov y Michael Adams), el campeón «clásico» y su retador (Kramnik y Leko), los cuatro ajedrecistas de mayor ELO promedio entre julio de 2004 y enero de 2005 (Kaspárov, Anand, Veselin Topálov y Alexander Morozevich). Kramnik rechazó la oferta porque consideraba que para unificar los títulos debería existir un match entre él y el ganador de ese certamen, que sería el «campeón FIDE». Kaspárov tampoco aceptó participar. Fueron reemplazados entonces por Peter Svidler y Judith Polgar, los siguientes de mayor coeficiente ELO en la lista de la FIDE. A la postre, resultó ganador el búlgaro Veselin Topálov con diez puntos de 14 posibles. 

    Reunificación, cambios de reglas y nuevos ciclos de dos años

    Por fin, entre el 23 de septiembre y el 13 de octubre, se realizó el match entre Kramnik y Topálov, quien primero rechazó y luego accedió a jugarlo. El encuentro fue pactado al mejor de 12 partidas clásicas, y en caso de empate se disputaría una serie de cuatro partidas rápidas. Otra vez se produjo un empate, 6.0-6.0, gracias a tres victorias de cada uno y seis tablas. En las rápidas se impuso Kramnik por la mínima diferencia (2.5-1.5). 

    El sistema de round robin, con ocho participantes a doble ronda, volvió a emplearse en el campeonato mundial de 2007. Se escogió a los cuatro primeros clasificados del ciclo anterior, mientras que los otros cuatro saldrían de un Torneo de Candidatos de 16 participantes. La injusticia fue que Topálov, campeón FIDE de 2005, fue reemplazado por Kramnik, en vez de asegurarles a ambos las plazas en el nuevo torneo. Finalmente, el indio Anand se convirtió en campeón mundial. Al año siguiente debió enfrentar a Kramnik en un match por la revancha, y lo derrotó por 6.5-4.5. 

    Desde ahí se definieron nuevos ciclos de dos años por el campeonato mundial, y se restablecieron los matches entre el campeón y un retador, que saldría de un nuevo sistema clasificatorio. Para 2008-2010, se decidió convocar en 2007 una Copa Mundial por el sistema de knock-out. El vencedor de dicho evento, Gata Kamsky, se enfrentó a Veselin Topálov en un Match de Retadores cuyo vencedor desafiaría al campeón Anand. Topálov venció a Kamsky por 4.5-2.5 en marzo de 2009, y, entre abril y mayo de 2010, se enfrentó a Anand a 12 partidas, con triunfo de 6.5-5.5 para el indio, quien conservó el pergamino mundial.

    En el ciclo 2010-2012, se decidió convocar nuevos matches cortos a celebrarse en 2011. Los ocho aspirantes serían escogidos entre los ganadores de diversos eventos y los mejores clasificados por su coeficiente ELO. El gran maestro israelí Borís Gelfand se impuso en la final al ruso Alexander Grischuk por el estrecho marcador de 3.5-2.5. Entre el 10 y el 30 de mayo, tuvo lugar el match por el campeonato mundial entre Anand y Gelfand, que finalizó 6.0-6.0, y se decidió con la victoria del indio en la serie de rápidas 2.5-1.5. Por tercera vez el campeonato del mundo encontró su definición en partidas rápidas. 

    Para el siguiente periodo se adoptó el sistema que actualmente funciona. Se celebra un Torneo de Candidatos con ocho participantes, nuevamente bajo el sistema round robin o todos contra todos a doble vuelta; toman parte en el mismo el perdedor del match universal precedente, los ajedrecistas mejor clasificados de acuerdo al coeficiente ELO, los ganadores previos de la Copa Mundial y del Grand Prix, y un ajedrecista seleccionado por el comité organizador. 

    Anand versus Carlsen / Foto: DT Next
    Anand versus Carlsen / Foto: DT Next

    En 2013, el joven noruego Magnus Carlsen y el ruso Vladimir Kramnik empataron en el primer lugar con 8.5 de 14 posibles. En lugar de un match de desempate, el escandinavo fue designado para disputar el campeonato mundial por haber logrado cinco victorias frente a cuatro de su colega. En noviembre de ese año, Carlsen destronó a Anand, 6.5-3.5. Un año después, Anand ganó el Torneo de Candidatos, pero nuevamente fue vencido por el joven noruego, esta vez por 6.5-4.5. En 2016, 2018 y 2021, Carlsen logró conservar el título mundial ante el ruso Serguei Karjakin, a quien superó en la serie de partidas rápidas 3.0-1.0 luego de empatar, 6.0-6.0; ante el italiano Fabiano Caruana, luego de similar resultado en clásicas, 6.0-6.0, y un inapelable tres a cero en rápidas, y ante Ian Nepomniachtchi, con el tanteador de 7.5-3.5.

    El orden actual, con ciclos de dos años, resulta más dinámico. La composición del Torneo de Candidatos —que combina los mejores resultados obtenidos en torneos previamente establecidos, como la Copa Mundial, el Grand Prix de la FIDE y el Gran Torneo de la FIDE por sistema suizo, con los más altos coeficientes ELO del período precedente y el ajedrecista nominado por la FIDE— tiene fuentes diversas. Sin embargo, son certámenes que mantienen el principio de knock-out, que es mucho menos adecuado que el de todos contra todos con una cantidad suficiente de partidas. 

    En el último torneo de candidatos, celebrado en 2022, el ruso Sergei Karjakin fue excluido debido a sus declaraciones públicas a favor de la invasión rusa a Ucrania, consideradas como «propaganda» por la Comisión de Ética y Disciplina. Aunque desde el primer momento he condenado fervientemente dicha guerra, considero que las posiciones políticas de los ajedrecistas no deben constituir un patrón a considerar para la participación de los mismos en cualquier competencia, incluida el campeonato mundial.

    El sistema vigente ha ido corrigiendo poco a poco algunos de los errores que impuso la excesiva simplificación de los campeonatos de la FIDE durante la época del cisma. Sin embargo, es todavía claramente perfectible. Quizá sería mejor si los torneos clasificatorios no se desarrollaran por knock-out, y que el Torneo de Candidatos tenga al menos tres vueltas, en lugar de solo dos. Por otra parte, el match por el campeonato del mundo debería regresar a la variante de 24 partidas, o al menos pactarse a 20, lo que muy probablemente reduciría la frecuencia de las definiciones por partidas rápidas en la máxima contienda ajedrecística individual.

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