Toda civilización, todo hombre, sueña con un viaje. Viajes de conquista o saqueo, viajes de redención y aprendizaje, viajes para curar la neumonía en Baden-Baden o viajes para despertarnos la sangre en el Caribe, éxodos y retornos (a la semilla, al país natal), impecables odiseas de una década e indescifrables odiseas de 24 horas en Dublín, viajes de descubrimiento o extravío, anábasis y catábasis, viaje al centro de la Tierra o viaje a la Luna, bojeos, perlongaciones, circunnavegaciones, indubitables viajes con destino al Paraíso, a la Tierra Prometida, al Más Allá, vueltas al mundo en 80 días, ni más ni menos, viaje a las estrellas o al corazón de las tinieblas, robinsonadas, expediciones a ambos polos, a los orígenes del Nilo, al nervio central de la jungla, a las cimas del Himalaya, romerías, cruzadas, hégiras, sudorosas peregrinaciones ebrias de bienaventuranza, la ruta de la seda y la ruta del peyote, viajes en lujosos vagones Pullman o en trenes rigurosamente vigilados por el horror, Tour de Francia y Giro de Italia, viajes en la máquina del tiempo y en el bus de los Merry Pranskters, road novels and road movies, viajes a la India e inmóviles viajes de ácido lisérgico por el País de Nunca Jamás, auto-stop de costa a costa, descensos a los infiernos, ascensiones místicas, el largo viaje del día hacia la noche y el viaje, aún más largo, hasta el mismísimo fin de esa noche, el túnel, la luz que siempre vemos allá adelante, ya se sabe… todas esas cosas que la gente va pensando, irremediablemente, mientras viaja en el P-9 o mientras está esperando, después de pedir el último, en la parada del P-9.

  • Lissette Noemí Rosabal. El viaje.

Como puede suponerse, Lissette Noemí Rosabal ha tomado su cámara, ha partido en un viaje singular por la ciudad y ha regresado con estas fotografías. Su serie es al mismo tiempo crónica periodística, bitácora sociológica y carta de navegación para aquellos no iniciados en arte habanero de «coger guaguas».

«El viaje» (2017) relata una historia más grande que la fotografiada: se propone «traducir y mostrar de manera subjetiva la isla de Cuba», dice Rosabal. Vemos aquí entonces la parte por el todo.

En realidad, uno siente que Rosabal no hace más que poner las cosas en su lugar, o sea, está tirando en el desguazadero otro fragmento de nuestra vida cotidiana: como si fuera un inservible cigüeñal o algún trozo oxidado de carrocería que dice: TRANSPORTE URBANO.

  • Lissette Noemí Rosabal. El viaje.

Viajar en P- integra sin dudas ese ruinoso montón de mitos contemporáneos del «viaje» en Cuba: vacaciones dirigidas en la Unión Soviética (URSS), delegaciones oficiales a los países hermanos del Campo Socialista (CS), o de Latinoamérica (ALBA), viajes por el Sindicato (CTC) y por la Federación (FMC), la guerra de Angola (FAR), Viaje para Vanguardias a Varadero (3V), viaje con o sin ventilador al Campismo Popular (CP), viaje en ómnibus Girón para la beca (IPVCE, IPUEC), viaje al interior en Ikarus y vuelta a La Habana en Yutong (ASTRO), sacarse el bombo (B) o fletar una balsa (B-1) o volar hacia Ecuador (ECU), es decir, pirarse al fin y al cabo pa la Yuma (USA), el regreso de Elián (EG) y el regreso de los Cinco Héroes (5H), ir bajando que está nevando (BAFF), ir echando pal Carajo (C) o… irse más, mucho más lejos todavía… (P).

(Fotos cortesía de Lissette Noemí Rosabal).