Volver a casa. La cama de siempre, las manos de la madre, las arrugas de la abuela. El sol calienta la ropa casi como en ningún otro lugar y desprende ese olor típico de las tardes de domingo en Cuba. Las meriendas de discos de guayaba, los amigos que entran sin tocar la puerta. Por insignificantes que parezcan, son esos detalles los que nos hacen añorar el primer hogar, aquel que abandonamos para crear el nuestro, y en el que dejamos altas cuotas de felicidad y recuerdos.

  • Osbel Concepcion.


La familia que le queda a Osbel en Cuba es la de su esposa. Han vivido en Miami por 3 años y, al regreso, Osbel narra en fotos el reencuentro. La belleza del amor, por kitsch que parezca, es algo palpable en estas fotos. Me es imposible verlas sin emocionarme, sin crear paralelismos. Luego del primer viaje, Osbel y su esposa regresaron una segunda vez. Ella por su familia, y él para retratar aquello que le queda de Cuba. La serie sigue en progreso.

 

Todas las fotos por Osbel Concepcion.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada. Todos los campos son obligatorios.