Osmel Azcuy (1985) es fotógrafo y actor de teatro. Sobre Memorias de mi Habana, ha dicho: «Lo que une todas las piezas de la serie es mi voluntad de ser cronista de los acontecimientos de mi ciudad».
De alguna manera, el autor se propone captar el tiempo en que transcurre su propia vida y, también, «la vivencia de las personas que forman parte de mi cotidianidad».
«Por ello en esta serie», dice en su statement artístico, «el amor y la espiritualidad fluyen como partes de un diálogo constante con los espacios y las personas retratadas, como un gran mosaico de testimonios que pueden ir de lo privado a lo colectivo».
Sin embargo, el tiempo cuajado en estos retratos —y luego echado a andar nuevamente en la sucesión misma del proyecto fotográfico general— se empeña en parecernos otro. No exactamente el tiempo corriente de La Habana que conocemos.
Si aceptamos que toda obra de arte funda su propia temporalidad, digamos entonces que estas piezas cumplen ese principio, al menos, dos veces.
Azcuy captura fotográficamente un tiempo teatral que captura, a su vez, a su modo, el tiempo de la ciudad: vale decir, el nervio existencial de estxs personas-personajes en trance de vivir-actuar en «el gran teatro del mundo».
En efecto, no importa si se trata de sujetos azarosos que transitan una calle habanera o de sujetos en una situación más o menos artística —más o menos caracterizados, más o menos sincronizados coreográficamente, más o menos metaforizados—, persiste la sensación, puestos ante estas fotografías, de que la función ya ha comenzado o está a punto de comenzar.
Un cuerpo desnudo que se oculta tras un maniquí desnudo es un tiempo que se oculta tras otro tiempo. ¿O bien se trata de una doble exposición?
El pasado de la elegancia o la riqueza fluyendo sobre el tiempo más lejano del horror y la esclavitud, engastados ambos, quizá, en el tiempo inconmensurable de la locura, enmascarados unos y otros por el curso pandémico de una actualidad que no podemos nombrar…
(Fotografías autorizadas por Osmel Azcuy).
¡Bravo Osmel! ¡Fantásticas! más, por favor… Saludos.
Muchas gracias
Que alegría, saber que existes. A pesar de vivir en una sociedad que ata alas, vuelas. Eres libre. Me gustaría mucho ver la obra completa. Un Abrazo! Morell. GRACIAS!