Pestano mascotea

    Las declaraciones de Ariel Pestano en las que se opone a la unificación del equipo Cuba de béisbol tienen la rara cualidad de ser tan sinceras como reaccionarias. Su resentimiento no es velado, y sorprende de un modo enternecedor que no se haya tomado siquiera el trabajo de disimularlo. “No es por el hecho de que sean cubanos o no, sino porque llamarlos a una selección nos quitaría el valor (a quienes permanecen en Cuba) que nosotros nos merecemos. Una cosa así nos ofendería, ellos se reirían de nosotros”, dijo.

    Pestano fue un atleta tan excepcional como soberbio, alguien que, por ejemplo, nunca reconoció tener más ídolos o referentes en la receptoría que él mismo, y que pertenece a esa clase de jugadores que también ambicionan algún tipo de poder o influencia pública fuera de los terrenos. En su momento fue Diputado al Parlamento, el capo incuestionable de las Series Nacionales. Cuando nadie lo esperaba, sin embargo, todo eso llegó drásticamente a su fin.

    Tras la exclusión de la nómina al Tercer Clásico Mundial, en marzo de 2013, su carácter parece haberse enquistado. En el último juego del play off entre Matanzas y Villa Clara, unos meses después, conectó un jonrón de justicia con un swing rabioso, lo que le alcanzó para quedarse con el campeonato, pero no para ganar la pelea más importante, la única disputa verdadera que ha ocurrido en la pelota cubana en los últimos diez años, el torneo oculto, terriblemente mezquino, que se viene dirimiendo a contrapelo del deporte en sí. Esto es: la lucha por el control político del béisbol, una postemporada en la que Higinio Vélez y Víctor Mesa lo derrotaron por barrida. Pestano, evidentemente, no se ha recuperado aún, y sus declaraciones arrancan de ahí, de esa frustración.

    Durante este tiempo, su puesto ha venido a ocuparlo nada menos que Roger Machado, alguien que siempre fue su eterno segundo y que en los partidos apretados se limitaba a lanzar agua al terreno y a cumplir otra serie de ridículas supersticiones mientras Pestano daba las señas y dirigía el juego, como un comandante altanero. Hoy, inmerso ya en la deprimente realidad que le espera a la vasta mayoría de los atletas cubanos retirados, no importa cuán rutilante haya sido su carrera deportiva, Pestano debe sentir, francamente, que se están riendo de él como antes se han reído de tantos. Y no le falta razón. Pero la risa no viene de los Big Leaguers cubanos, esos muchachos no le han hecho ningún mal a nadie y no parece tampoco que vayan a hacerlo, sino de la Comisión Nacional de Béisbol, una manada de hienas.

    Pestano pide que el gobierno atienda un poco más a los atletas que decidieron ser fieles, porque ese es el ejemplo que la juventud merece: la lealtad y el esfuerzo, no los millones. Se equivoca, por supuesto. Primero porque, en el plano estrictamente deportivo, hay más toneladas de esfuerzo detrás de un contrato millonario que de una nómina al equipo Cuba, y segundo porque un deportista solo debe ser leal al juego, a sus posibilidades físicas como atleta y a su libertad de elección como individuo, no a una ideología que, por otra parte, cada vez es más desleal con quienes decidieron secundarla.

    Lo anterior es, a estas alturas, una perogrullada que ni siquiera debiera tener que recordarse, pero no queda más remedio cuando alguien todavía cree que la juventud merece mensajes de lealtad. El razonamiento de Pestano está obedientemente ceñido a los conceptos del deporte politizado, piensa y padece dentro de esa jaula, pero asombra, sobre todo, su incapacidad para leer el momento. Eso explica por qué su soberbia tozuda y su rocoso amor propio sucumbieron ante el pícaro egocentrismo de Víctor Mesa o incluso ante la habilidosa cobardía de Higinio Vélez.

    Es francamente penoso que un verdadero artista de la receptoría, un estratega absoluto del juego, haya quedado reducido a un manojo de ingenuos resentimientos. Alguien que no pide que se respeten sus derechos, sino, simplemente, que se supriman los de otros, y se conforma con eso. Cuba reparte calamidades y divide a los atletas. Olvido y estrechez económica para quienes permanecen en el país. Destierro para quienes emigran. Luego les hace creer que no padecer uno de estos dos desastres es un privilegio. Pestano debe ser uno de los pocos que todavía se traga el embuste.

    Newsletter

    Recibe en tu correo nuestro boletín quincenal.

    Te puede interesar

    Trump encuentra la horma de sus zapatos

    Como un pugilista que ha estudiado bien las tácticas y las debilidades de su rival, Harris ejecutó su plan a la perfección: sacar de quicio al expresidente provocándolo con temas que afectan su frágil ego a fin de empujarlo a la irritación y la rabia.

    ¿Quién las sostiene a ellas?

    El activismo contra las violaciones de derechos humanos en Cuba implica un desgaste constante para la salud mental de las madres y esposas de los presos políticos. Desde la sociedad civil cubana, diversas iniciativas intentan ser un sostén económico y psicológico.

    Contrapunteo cubano del dengue y el Oropouche

    La situación epidemiológica en Cuba es complicada tras la emergencia de un nuevo arbovirus que viene a estresar aún más el sistema sanitario del país.

    Estados Unidos: dilemas frente al debate presidencial

    Este 10 de septiembre presenciaremos el primer, y único pactado hasta ahora, debate entre Kamala Harris y Donald Trump, aspirantes a la presidencia de Estados Unidos. Ambos llegan a este punto básicamente empatados en las encuestas, con Harris disfrutando acaso una pequeña ventaja...

    Cachita, «que pronto podamos vivir en una Cuba libre»

    No tenía ropa amarilla, pero Karina Manzano Montes de...

    Apoya nuestro trabajo

    El Estornudo es una revista digital independiente realizada desde Cuba y desde fuera de Cuba. Y es, además, una asociación civil no lucrativa cuyo fin es narrar y pensar —desde los más altos estándares profesionales y una completa independencia intelectual— la realidad de la isla y el hemisferio. Nuestro staff está empeñado en entregar cada día las mejores piezas textuales, fotográficas y audiovisuales, y en establecer un diálogo amplio y complejo con el acontecer. El acceso a todos nuestros contenidos es abierto y gratuito. Agradecemos cualquier forma de apoyo desinteresado a nuestro crecimiento presente y futuro.
    Puedes contribuir a la revista aquí.
    Si tienes críticas y/o sugerencias, escríbenos al correo: [email protected]

    Carlos Manuel Álvarez
    Carlos Manuel Álvarez
    Bebedor de absenta. Grafitero del Word. Nada encuentra más exquisito que los manjares de la carestía: los caramelos de la bodega, los espaguetis recalentados, la pizza de cinco pesos. Leyó un Hamlet apócrifo más impactante que el original de Shakeaspeare, con frases como esta, que repite como un mantra: «la hora de la sangre ha de llegar, o yo no valgo nada». Cree solo en dos cosas: la audacia de los primeros bates y la soledad del center field.

    Artículos relacionados

    Clásico Mundial: Reflexiones de un pájaro asere

    El pasado domingo se vivió la semifinal del V...

    Clásico Mundial: El juego de lo improbable

    Las probabilidades que tenía Cuba de acceder a la...

    Yo quiero discutir de pelota

    «Hay quien dice que no está feliz por eso...

    Clásico Mundial: entre matemáticas y scouts

    Ahora mismo el grupo A del World Baseball Classic...

    3 COMENTARIOS

    1. El penúltimo párrafo explica perfectamente su situación: Está atrapado en los lodos de la ideología y no es capaz de ver mas allá de sus narices. Cuando muera, su esquela tendrá el mismo teque de siempre, que va por las líneas «…rodeado del cariño de su Pueblo…» que traducido al cubañol, generalmente, quiere decir: Murió solo y abandonado a su suerte.

      Para el vecino castrista de arriba: Explica por qué es un embustero; puntos extras si no usas malas palabras. 😀

    2. Desde su punto de vista tiene razon. Hay quienes se quedaron comiendo cable por ser fieles a ese monstruo moledor de carne, que ahora vengan y le digan que los otros tienen prioridad tiene que doler.

    DEJA UNA RESPUESTA

    Por favor ingrese su comentario!
    Por favor ingrese su nombre aquí