Lisette Poole, fotógrafa cubano-americana, realizó el viaje que muchos cubanos en los últimos años han hecho a través de América y que muchos otros se han figurado.
Llevaba un año viviendo en la Isla cuando conoció a Marta Amaro, de 52 años, a través de otro proyecto fotográfico en el que estaba trabajando. Marta le comentó que quería emigrar y ella se brindó para acompañarla y documentar el viaje.
Liset, de 24 años, era amiga y vecina de Marta y también quería irse de Cuba. Ninguna sabía a ciencia cierta cómo hacerlo, pero unas semanas antes de partir le avisaron a Lisette que comprarían un pasaje para Guyana.
El 13 de mayo de 2016, unos meses antes de que el gobierno de Estados Unidos anunciara la suspensión de la política de Pies Secos, Pies Mojados -que les permitía a los cubanos entrar legalmente a territorio norteamericano y regularizar su estatus migratorio-, Marta y Liset salieron de Cuba para recorrer más de 8 mil millas hasta su meta.
Liset pagaba los gastos del viaje con el dinero que le enviaba su novio Joey, un americano que había conocido en enero. Lisette las acompañaba.
Durante casi dos meses, ambas se enfrentaron a una travesía salvaje, heridas, problemas con las autoridades y altibajos entre ellas. Atravesaron juntas el Tapón de Darién, un tramo sin caminos en la selva que conecta Colombia y Panamá. Viajaron a través de 13 países sorteando 10 cruces ilegales de fronteras, tomaron 6 aviones, varios autobuses y caminaron montones de millas. En el trayecto se encontraron lo mismo con funcionarios de inmigración, narcotraficantes que con otros inmigrantes que intentaron extorsionarlas.
Las 2 mujeres se separaron en Costa Rica luego de una disputa por el dinero. El 2 de julio, Liset y Lisette cruzaron la frontera por Brownsville, TX. Marta continuó con otro grupo y entró por Nuevo Laredo, TX, 12 días después. Actualmente, las dos se han reconciliado y están en trámites para obtener residencia permanente en Estados Unidos.
Lisette Poole ha lanzado una campaña para financiar un libro que incluirá todo el material documentado en la travesía. Actualmente se encuentra trabajando junto a Red Hook Editions, una comunidad editorial que apoya a fotógrafos a crear y distribuir sus libros.
Desde El Estornudo compartimos hoy su historia. Si usted quiere colaborar, puede hacerlo a través de Kickstarter.