Mercy Olivera nació con AME tipo II, una variante en que los casos rara vez rebasan la adolescencia, y eso, junto al hecho de que es madre, resulta un indiscutible desafío a la ciencia médica. Se conoce, sin embargo, que hay quienes han vivido hasta los 30 años con tratamientos especiales, y también rarísimas excepciones que han sobrepasado por muy poco los 40. Mercy tiene ahora 39 años y siente que el tiempo se le acaba.
El proceso del perdón es irreversiblemente político y, por ello, una fuente de ataques partidistas. El espíritu de reconciliación nacional invocado por Gerald Ford en 1974 ha desaparecido 50 años después.