La Villa de San Cristóbal de La Habana cumplirá 500 años este 16 de noviembre. Es probable que haya esta vez más habaneros y más forasteros que nunca antes en la larga fila que suele acabar junto a la ceiba fundacional en El Templete.
Cuentan las memorias antiguas que el nacimiento simbólico de la ciudad se ofició a la sombra de una ceiba que ha sido muchas y la misma a través de los siglos. Primera misa y primer cabildo bajo la advocación de un santo viajero. Y el viaje —¿circular?— continúa…
A pocos metros de la bahía, en un extremo de la Plaza de Armas de La Habana Vieja, pronto estaremos todos nosotros, uno tras otro, celebrando el medio milenio de la capital de Cuba, girando tres veces, contra el reloj, alrededor del ancho tronco, renovando el viejo rito de la esperanza que de alguna extraña forma —si hemos de creer en nuestros propios gestos— nos ha traído hasta aquí.
En esta ilustración de Monkc ya se escuchan los sones de la celebración.