El 25 de julio de 2024, durante mi penúltima noche en Cuba, cuando disfrutaba en Matanzas de la pieza teatral «El Baracutey», del grupo El Portazo, recibí un mensaje de texto. Anunciaba lo que mi cabeza había anticipado hacía años. Mi padre biológico, finalmente, había muerto.
En las tres últimas administraciones estadounidenses ha sucedido algo curioso: el presidente, a pocos días de abandonar el cargo, toma acciones de peso sobre las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.