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Vidas paralelas. Vidas del subsuelo

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Toda gran ciudad contemporánea es un punto inmensurable, intersectado por miles o millones de líneas que, sin embargo, jamás llegan a cruzarse entre sí. 

Esas líneas son vidas que con frecuencia se rozan apenas, en el metro, digamos, y que un minuto después escapan, cada una, en sentidos divergentes. También el subway discurre en un plano paralelo a la urbe misma… Y los rascacielos disponen existencias, negocios, sueños paralelos, nítidamente acomodados unos sobre otros.

Ingeborg Portales. Parallel Lives.

En Parallel LivesIngeborg Portales fotografía justo ese instante anterior a la divergencia de dos vidas anónimas que casi se han cruzado; ese anodino pasaje de máxima cercanía entre dos destinos que ya nunca van confluir, o que lo harán, sí, pero 20 años más tarde, en otro extremo del cosmos que es Nueva York —o bien en algún sitio tangencial de Nueva Jersey, donde habita esta inmigrante cubana desde hace algunos años.

La autora no retrata personas, sino vidas reales o imaginarias, pudiéramos decir. Un procedimiento general que en literatura tiene una larga tradición, desde Plutarco —a quien, por supuesto, Ingeborg Portales cita—, pasando por Marcel Schwob o Jorge Luis Borges, hasta Pierre Michon. 

Sin embargo, estas fotografías son otra cosa. Un arte que transcurre paralelo y que no toca ningún otro arte…

Ingeborg Portales. Underground. Don’t Shoot my Flowers.

Las piezas bajo el título Underground también hablan de existencias paralelas. Los traumas de la emigración, las peceras —muchas veces nada transparentes— de las identidades nacionales, la jaula de hierro de la supervivencia en que cada individuo está.

Ingeborg Portales espía los grises de la ciudad. Esa playa donde sí se tocan, copulan, se transfiguran el blanco y el negro. Más allá, hay solo un leve rumor industrial, atenuadamente metálico, envolviendo estas fotografías.

Ingeborg Portales. Underground. Wet Paint.

En su web personal, la autora invoca significativamente al fotógrafo callejero neoyorquino Bruce Gilden: «Me estoy fotografiando ahí afuera. No a mí mismo físicamente, sino mentalmente».

(Fotografías autorizadas por I. Portales).

El Estornudo

Revista independiente de periodismo narrativo, hecha desde dentro de Cuba, desde fuera de Cuba y, de paso, sobre Cuba.

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  • Vuelve el romanticismo a la oquedad del ser. Y ahí estamos, como un Quijote que se enfrenta a los molinos de la Internet y a los movimientos telúricos que brotan de la sociedad. Los románticos vuelven a la carga, exudando sus ideales decimonónicos cuando la realidad pide a gritos la eficacia ante cada acción. Y hablo de Cuba, no de New York ni de Shangai pues las 'conquistas a salvar' son humo saliendo de la cosa.