Pero no quiero ningún chico mariposa,
son muy raros si vienen con su cosa.
El General
2016: Escribo por encargo una obra de teatro. Un drama psicológico sobre una persona que tenía todo lo que necesitaba en la vida, pero un día se da cuenta de que eso ya no existe, se da cuenta de sus errores, de lo que ha aceptado para seguir viviendo, y ya no quiere seguir aceptando nada para seguir viviendo, prefiere irse, aunque eso sea una interpretación de la derrota.
Los personajes de la obra son la Señora Lipstick y Roberta Carlos, la niña que quería cantar canciones de amor en español cuando fuera grande. La Señora Lipstick se interpretará a sí misma mientras que yo interpretaré a Roberta Carlos, la niña que quería cantar canciones de amor en español cuando fuera grande. Se trata de un teatro dentro del teatro, por eso podemos participar en la obra, autorrepresentándonos. Ambas hemos creado un proyecto itinerante llamado Delivery Teatro, algo basado en la performance y en la respiración. Algo basado en el amor sin amor, en la emoción sin emoción y en el hambre sin hambre.
La Señora Lipstick:
No me importa
lo que escribas
necesito que te vayas de mi casa
solo te importa escribir
qué significa escribir
y lo que haces para escribir
me destruye
necesito que te vayas
que desaparezcas
necesito saber
que no estás presente
y necesito
algunos limones
para echarle al aguacate
nada se compara
con un aguacate.
Roberta Carlos:
Escribir es un pretexto
para irme sin irme
como un aguacate
es solo un pretexto para el limón
la verdadera importancia radica en el limón
el contenido lo tiene el limón
la forma del aguacate la simplifica el limón
al texto dramático hay que sacarle
las semillitas.
La Señora Lipstick:
No me interesan las semillitas
necesito que recojas tus zapatos
tu ropa interior
tus libros
tu mesa
tu comida
tus platos
tus mapas políticos
tu música
hay maletas baratas
que puedes comprar en tiendas de uso
para gente pobre gente
que no tiene maletas
ni libros que no tiene
ni donde pararse
viva.
Roberta Carlos:
No sé de qué hablas
porque yo soy gente
que tiene donde pararse
yo soy gente
que tiene donde sentarse
yo soy gente
que tiene donde escribir
una carta de amor
una carta de despedida
yo soy gente
de algún modo privilegiada.
Yo me escribo
la palma de la mano
y me quito las palabras
con saliva.
La Señora Lipstick:
Qué peste.
Roberta Carlos:
Esa es la razón
que pones frente a mí
para que me vaya
no puedes hacer un poco
de esfuerzo un poco
de esfuerzo
un poco más de esfuerzo
y poner frente a mí algo
que sea razonable
y suficiente
para que me vaya.
La Señora Lipstick:
Demasiados libros.
Demasiada peste.
Roberta Carlos:
Un libro es una casa.
La Señora Lipstick:
Un libro es un limón.
EN ESTE MOMENTO SE PRODUCE UN CORTE Y EMPIEZA LA VERDADERA TRAGEDIA, ALGO QUE TIENE QUE VER CON LA CONTRIBUCIÓN DE SOLDADOS EXTRANJEROS EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DE MIAMI, ESPAÑA, O CUALQUIER OTRA REGIÓN. LA SEÑORA LIPSTICK Y YO DESAPARECEMOS Y EL ESPACIO SE CONVIERTE EN DESCAMPADO PÚBLICO: Microteatro para representar en quince minutos. Téngase en cuenta que esos quince minutos pueden expandirse o contraerse,según la voluntad del director. Téngase en cuenta queel director debe ser alguien sujeto al caos.
Personajes:El General y El Soldado Raso
Duración: 15 minutos
Escena 1: La escritura
Se escucha un ritmo popular llamado pun-pun.El nombre de la canción es «Muévelo» y el nombre del cantante es El General; con ello se persigueun tipo de atmósfera festiva y bélica, la cual se logra gracias a una danza inicial del personaje, que mueve la cintura, con la mano arriba y dando palmadas, pues es un personaje bien creado.
El General:
Yo tenía un conejo (saca un conejo)
yo tenía una ardilla (saca una ardilla)
yo tenía una cucaracha (saca una cucaracha)
yo tenía un camaleón (saca un camaleón)
yo tenía una iguana (saca una iguana)
yo tenía un cocodrilo (saca un cocodrilo)
yo tenía un gato (saca un gato)
yo tenía un perro (saca un perro)
yo tenía una mujer (saca una mujer)
yo tenía una mano
yo tenía un brazo
yo tenía un codo
yo tenía un hombro
yo sabía acariciar mis animales
yo sabía escribir.
Un día me puse a escribir
la historia de un hombre
que no tenía nada
porque en esa casa
no se permitían conejos ardillas cucarachas mujeres.
Ese hombre era un General.
El Soldado Raso:
No tenía un conejo (guarda el conejo)
no tenía una ardilla (guarda la ardilla)
no tenía una cucaracha (guarda la cucaracha)
no tenía un camaleón (guarda el camaleón)
no tenía una iguana (guarda la iguana)
no tenía un cocodrilo (guarda el cocodrilo)
no tenía un gato (guarda el gato)
no tenía un perro (guarda el perro)
no tenía una mujer (guarda a la mujer).
El General:
Y me echaron de la casa
porque no se debe escribir
en contra de donde uno vive
no se debe escribir sobre ardillas.
Y me fui a la batalla.
Escena 2: La batalla
El General:
Al fin de la batalla
y muerto el combatiente
vino hacia mí un hombre
y me dijo no mueras
te amo tanto.
El Soldado Raso:
Qué peste.
El General:
Levántate y vete.
El Soldado Raso:
Todavía le queda una mano.
El General:
Demasiada peste.
El Soldado Raso:
Y esa mano es la principal.
El General:
Peste a incienso.
El Soldado Raso:
Todavía puede escribir.
El General:
Peste a aromatizante.
El Soldado Raso:
Pero no quiere escribir.
El General:
Peste a microwave.
El Soldado Raso:
Porque no le queda nada.
El General:
Peste, peste.
El Soldado Raso:
Solo le queda su amor.
Escena 3: La condecoración
El Soldado Raso:
Al fin de la batalla
y muerto el combatiente
se le pone al combatiente
un libro en el pecho.
Vuelve a escucharse «Muévelo», mientras El Soldado Raso coloca sobre el cadáver libros que antes habían estado sirviendo de asiento bajo sus nalgas, con una cara de compunción que poco a poco irá transformándose en cara de alegría y en cara de felicidad. Cada libro que coloca sobre el pecho de El General es un peso sobre otro peso de manera que al final una montaña de libros cubre su corazón.
EN ESTE MOMENTO SE PRODUCE UN CORTE. LA SEÑORA LIPSTICK Y YO VOLVEMOS A SER LAS MISMAS Y QUEREMOS ABOFETEARNOS. QUEREMOS ABRAZARNOS. QUEREMOS DISCUTIR Y VOLVER A LLORAR, GRITAR, PATALEAR. ELLA TOMA UNA LAPTOP SAMSUNG DE ONCE PULGADAS QUE LE REGALÉ HACE ALREDEDOR DE UN AÑO Y COMIENZA A ESTRELLARLA CONTRA EL SUELO, APROXIMADAMENTE OCHO VECES, DE MODO QUE AL FINAL HAY EN EL SUELO UN OCÉANO DE ESQUIRLAS DE ALUMINIO Y DE ÍNFIMAS PARTÍCULAS METÁLICAS. LA VISIÓN ES ESTRESANTE Y BRINDA UNA APARIENCIA DE PELÍCULA REALISTA QUE AMENAZA CON CONVERTIRSE EN CIENCIA FICCIÓN.
La Señora Lipstick:
Qué más da que te largues
y me dejes tranquila.
Roberta Carlos:
Quiero estar contigo
quiero ser tu alien.
La Señora Lipstick:
Un alien puede llegar
a ser un solado.
Un alien puede llegar
a ser presidente.
Roberta Carlos:
Un soldado civil extranjero
en el siglo dieciocho usaba
peluca blanca con trenza negra,
corbatín de seda negra,
bandolera con calacuerda y cartuchera,
bandolera con tahalíes para bayoneta y sable,
fusil de chispa modelo 1756,
granadina negra,
dos bucles,
cuello rojo,
camisa blanca con chorreras de puntillas,
casaca crema de paño,
cartera roja,
botones de oro,
calzón rojo de paño,
bayoneta,
polainas crema de paño con botones de oro
y botas que se usaban indistintamente
en ambos pies.
La Señora Lipstick:
Estoy gozando.
Roberta Carlos:
Alza la mano.
